sin techo, víctimas del sistema social

Además de saber mucho sobre economía, informática o albañilería, hay que saber como tratar a las personas.
En la actualidad, el sistema de atención social de la gente sin techo resulta perverso. Al mismo tiempo, se comprende, dado que un sistema de ayuda social basado en la discriminación negativa (se culpa al pobre de su pobreza) que ha acabado injertándose sobre una política privada de asistencia social esté fracasando estrepitosamente cuando su asistencia pública ya se había puesto en entredicho. Entonces, ¿cómo se podría corregir dicha disfunción? Pues por medio de una observación del problema que ha de posicionarse en el terreno de la discriminación positiva. El hecho de analizar las condiciones de exclusión social cuyo ultimo peldaño es el sin hogarismo, exige que la Administración que empiece a separar su fijación en la orientación de los problemas sociales, con un enfoque que facilite la integración a todos los niveles de la persona a nivel de empleo, vivienda, formación o salud, alcanzando así los aspectos que generalizan la vida de todo ciudadano, que en un contexto de crisis ha de mantenerse activo y no pasivo frente a la misma.

Desde el Gobierno a las administraciones, pasando por las ONGs, se omite esta línea de trabajo y se trabaja en una línea en la que las pautas de inclusión social se hacen a partir de una orientación en la que prima el asistencialismo. De este modo el pobre es culpable de su situación, cuando en realidad sabemos que es una víctima del sistema social.

Te puede interesar
Más en Cartas al director