En estos últimos años España ha derrochado por todos lados, por ejemplo en el tema ferroviario.
Sobre este asunto, un español crea el Talgo, uno de los mas usados en nuestro Estado, pero a la hora de la verdad vendemos nuestro tren a Francia, Arabia o a Estados Unidos, entre otros, como tren de alta velocidad, pero en nuestra gran nación, como nos sobra el dinero, compramos un tren extranjero. En este caso uno francés, el AVE. El cual necesita unas vías especiales, con la inversión económica que eso conlleva. Por otro lado tenemos el Talgo, tren propio de España, uno de los pocos de todo el mundo que es capaz de ajustar sus ejes expandiéndolos o contrayéndolos para así adaptarse a los diferentes tipos de vías existentes. Y luego para colmo están las comparaciones famosas que se hicieron entre ambos trenes, así fue que en un recorrido el AVE ganaba al Talgo por 10-20 minutos según el caso, eso si, AVE por vías nuevas mientras que el Talgo por vías con décadas de antigüedad.
Luego esta el tema de rentabilidad, AVE: billete más caro (ejemplo 36 euros) y con menos paradas para lograr ser más rápido, además de los pocos trayectos que dispone. Y por otro lado el Talgo, más barato (ejemplo 12 euros), y con una amplia disponibilidad horaria con diversas salidas a lo largo del día y con multitud de paradas. Con lo que la conclusión más útil y rentable es obvia, el Talgo. Y como este caso muchos más. En este país el dinero que hay por detrás parece que interesa más que el bien común.
Luego esta el tema de rentabilidad, AVE: billete más caro (ejemplo 36 euros) y con menos paradas para lograr ser más rápido, además de los pocos trayectos que dispone. Y por otro lado el Talgo, más barato (ejemplo 12 euros), y con una amplia disponibilidad horaria con diversas salidas a lo largo del día y con multitud de paradas. Con lo que la conclusión más útil y rentable es obvia, el Talgo. Y como este caso muchos más. En este país el dinero que hay por detrás parece que interesa más que el bien común.
