Una docena de artistas recrea la Virxe do Cristal en Vilanova dos Infantes

La iniciativa busca suplir el vacío tras la desaparición de la imagen en 2015 

Una decena de escultores y pintores gallegos trabajan en la creación, en distintos estilos y técnicas, de imágenes de la Virxe do Cristal. La iniciativa se daba a conocer ayer en Vilanova dos Infantes, en Celanova, con motivo del acto de presentación del libro “Ósos de santo” de Xosé Manuel del Caño. 

La convocatoria, trasladaba el periodista y escritor celanovés, pretende “cubrir o baleiro que deixou tras de si a morte violenta do cura de Vilanova dos Infantes e o roubo dunha das imaxes marianas máis pequenas do mundo, do século XVII”, dijo recordando el suceso que conmocionó al municipio en marzo de 2015 y que todavía hoy sigue latente en un crimen sin resolver.

Artistas como Manuel Buciños, Acisclo Manzano, Xosé Cid, Ramón Conde, Xurxo Oro Claro, Soledad Penalta, Xulia Ares, Baldomero Moreiras, Francisco Xosé Pérez Porto o Miguel Ángel Martínez Coello ya estarían trabajando -según trasladaba Del Caño- en esa iniciativa colectiva y que está abierta a todos los artistas gallegos que quieran participar. “Un legado moi bonito para Celanova e, sobre todo, para Vilanova”, enfatizó el alcalde en funciones, Antonio Puga, en el transcurso de la presentación celebrada en la Torre da Homenaxe y en la que también participó la pintora Carmucha Vázquez Prats, autora de un óleo sobre tela de la virgen, el primer trabajo finalizado en el marco de esa iniciativa y que ayer se entregó en depósito a la parroquia para su exposición en el santuario mariano que lleva su nombre. “É unha obra única, baseada nas imaxes e datos que atopei da imaxe orixinal”, dijo la autora.

Relatos

Todos los ejemplares del libro “Ósos de santo” llevarán una pequeña lámina que reproduce la obra de Vázquez Prats.  Sobre la nueva publicación, se trata de una recopilación de textos y relatos, algunos sobre temas de actualidad y otros escritos que “foron agromando ao longo das últimas catro décadas”, desvelaba el escritor, quien concluye la obra con la “ferinte historia” del robo de la imagen religiosa y del asesinato del párroco Adolfo Enríquez.

Te puede interesar