En pleno debate sobre la agrupación de concellos, avivada por el anuncio de la fusión de dos entes coruñeses, los vecinos de Acevedo do Río recuerdan con nostalgia el proceso de adhesión a Celanova.

Nostalgia por Acevedo

Delfina Salgado recuerda con nostalgia los juicios y audiencias que se celebraban en Trasmiras. (Foto: MARCOS ATRIO)
Dos funcionarios, 1.093 habitantes y unas 160.000 pesetas fue la aportación que, según recoge el acta con fecha del 8 de enero de 1968, realizaron los vecinos de Acevedo do Río al fusionarse con el Concello de Celanova.
Desde entonces han pasado ya 44 años, dos meses y seis días sin que los vecinos hayan notado un cambio significativo en su vida cotidiana. 'Seguimos igual, administrativamente falando, porque polo resto o pobo foi quedando baleiro', relata Eugenio Salgado, vecino de O Casal a quien la fusión le pilló haciendo el servicio militar. 'Recordo que todo sucedeu sin contratempos, porque a xente xa iba á vila a facer as compras ou ó médico', comenta este jubilado que reconoce que 'eu, cando vou fóra, sempre digo que son de Celanova, non de Acevedo'.

El antiguo concello de Acevedo do Río, que comprendía además de esta parroquia, la de Milmanda y Alcázar de Milmanda, contaba con una extensión de 18 kilómetros cuadrados y una población que llegó a superar los 2.000 habitantes en la primera mitad del siglo XIX (hoy suman 437 vecinos). 'Aquí celebrábanse audiencias, xuízos e moitos encontros que traían vida ao pobo, facían moita compañía', recordaba con cierta nostalgia Delfina Salgado, vecina del núcleo de Trasmiras donde, a diario, residen unas ocho personas. A los pies de la que fue una de las edificaciones que albergaron las dependencias municipales de Acevedo, Delfina Salgado reconoce que, aunque la mayoría de los cabezas de familia firmaron por la adhesión a Celanova, 'moitos quedamos renegando, porque ter o concello ao pé da casa era máis cómodo e agora temos que coller o taxi e ir ata Celanova para todo'.


VILANOVA, MÁS INDEPENDIENTE

En pleno debate sobre la supresión de concellos, avivada por el anuncio de la fusión de los coruñeses de Oza dos Ríos y de Cesuras, los lugareños no tienen muy claro si estarían mejor o no con un concello propio, aunque sí que creen que la unión fue la razón última de una disminución progresiva e inevitable de la población que, tarde o temprano, afectará a más municipios.

Paradójicamente, Celanova ha sido una de las administraciones más activas en cuanto a la reorganización del mapa municipal gallego se refiere. Tal y como recuerda el técnico de Cultura de la villa de San Rosendo, Antonio Piñeiro, 'Celanova é o resultado da unión de tres concellos: Celanova, Acevedo do Río e Vilanova dos Infantes'. La anexión de este último, oficializada por común acuerdo en enero de 1927, no ha calado tanto entre la población del burgo medieval. La autonomía social y económica mostrada desde tiempos inmemoriales por los vecinos de Vilanova, se ha trasmitido generación tras generación, y a día de hoy los lugareños mantienen cierto carácter independiente.

En el siglo XX, en la comarca de Terra de Celanova, también se fusionaron los concellos de Freás de Eiras y Vilameá, lo que permitió el nacimiento del que actualmente se conoce como Concello de Ramirás.

Te puede interesar