CELANOVA

Padres piden medidas contra el botellón en la guardería de Celanova

El Concello asegura que aumentará la valla perimetral para impedir la entrada desde el exterior

Padres y madres de los menores entre cero y tres años que acuden a la guardería de Celanova reclaman medidas para acabar con los actos vandálicos y el botellón que, prácticamente cada fin de semana, se desarrolla en el exterior de las instalaciones municipales. Según su relato, desde hace tiempo hay personas que saltan la valla perimetral de la escuela y montan, en el patio infantil, su fiesta particular. Botellas y vasos rotos, preservativos y daños en las instalaciones son las consecuencias más evidentes de su presencia, pero algunos progenitores añaden que los niños nunca utilizan el patio infantil "por lo que se puedan encontrar".

Ante esta situación, padres y madres reclaman a la administración local y a la empresa gestora (Eulen), barreras físicas para evitar las inclusiones y más vigilancia para acabar con esta improvisada zona de ocio juvenil. "Con un punto de luz, la zona sería menos atractiva", sugieren.

Recinto en obras

La presencia de los jóvenes tampoco pasa desapercibida para los vecinos de la zona que reconocen que, los fines de semana y sobre todo las noches de verano, grupos de amigos utilizan las escaleras traseras que bordean el Auditorio Municipal y el patio del colegio para sus celebraciones. "Deixan todo cheo de basura e algunha vez subíronse á cuberta da escola, que é plana", relatan.

Las reclamaciones coinciden con la ejecución de un proyecto de mejora de las instalaciones que, el Concello celanovés, está ejecutando en el patio con una subvención de 10.000 euros de la Diputación. Los trabajos han incluido la colocación de una nueva valla perimetral de unos 1,2 metros de alto y un nuevo suelo de caucho que sustituye el arenero anterior. "Non tiña constancia desas queixas", aseguraba a este periódico el alcalde celanovés, José Luis Ferro, que una vez contrastada las reclamaciones con el personal, mandará a la empresa adjudicataria de los trabajos a que amplíe la altura del cierre para impedir el acceso de personas externas al patio. Ferro confía en que el cambio del cerramiento sea suficiente medida disuasoria, si bien hablará con la Policía Local para que controle el perímetro durante los fines de semana.

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