El pleno celanovés sacó adelante ayer dos modificaciones de crédito que suman 735.653 euros para el inicio y ejecución de varios proyectos, así como complementar varias partidas de gastos con cargo al remanente de tesorería que supera los tres millones de euros. El voto de calidad del alcalde, Antonio Puga de Celanova Decide resolvió el empate (CD y PSOE votaron a favor, el PP en contra y el BNG se abstuvo) facilitando la aprobación de la modificación de crédito de 401.956 euros que contempla, entre otras cuestiones, la humanización de la fachada este del Monasterio, la reforma de instalaciones deportivas o la partida para la compra de la “Horta do cura” donde está la capilla de San Miguel.
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— La Región (@LaRegion) June 2, 2021
Desde la oposición, el “popular” José Luis Ferro, dijo que “nós creemos que hai outros investimentos máis prioritarios no que podería gastar o diñeiro, deberían de ser máis cuidadosos e meticulosos”. Además de priorizar en el gasto social para las personas, Ferro apuntó que “hai moitos saneamentos que non se fixeron porque non se podia gastar. O alcalde mira moito polos xardíns e as glorietas, pero esquecéronse da rúas Castor Elices ou Encarnación”, dijo, a la vez que cuestionaba la posible compra de la “Horta do cura” al Obispado. Precisamente esta partida fue la que motivó la abstención del BNG, al entender su portavoz Leopoldo Rodríguez que existen “intereses persoais”. El teniente de alcalde, Javier Pulido, trasladó el interés de que la finca pase a ser del Concello antes de que “poida caer en mans privadas”.
En cuanto al suplemento de crédito de 333.967 euros, además de diferentes mejoras en pistas y caminos del rural y la capitalidad, se destinarán a incrementar las partidas de gasto corriente que quedaron escasas en el presupuesto como el alumbrado o aportación a la Mancomunidad. “Esto xa o sabíamos, que os orzamentos iban moi xustos”, cuestionó Ferro.
Por unanimidad, se aprobaron las ordenanzas de subvenciones y ayudas de emergencia por la covid-19 dirigidas al mantenimiento del tejido económico local. Un apoyo que no estuvo exento de críticas, al cuestionar tanto PP como BNG la tardanza a la hora de tramitar las ayudas y también la cuantía, que tildaron de “corta”, añadiendo los nacionalistas la petición para facilitar la tramitación “para facelo máis sinxela”. El gobierno local defendió que son cantidades “axeitadas ao pobo e as nosas posibilidades, e para chegar a un maior número de beneficiarios”.
El BNG logró, en segunda instancia y con el apoyo del PP, que se destine parte del remanente a adecuar para su uso público la segunda planta del Monasterio. La moción inicial no salió adelante porque instaba a la compra de unas dependencias que, tal y como señalaron los portavoces, ya son propiedad municipal.
