O Poleiro, ejemplo nacional

La biblioteca de O Poleiro, fuente de saber y de inspiración para el alumnado del IES Celanova Celso Emilio Ferreiro, se ha convertido en un referente entre los gestores de las bibliotecas escolares y un fijo en los pódium autonómico y nacional tras obtener 10 premios en 10 años. El último ha sido el “Premio Nacional de Buenas Prácticas 2021” otorgado por el Ministerio de Cultura en la modalidad “Buenas Prácticas en el Desarrollo de Competencias de lectoescritura y las alfabetizaciones múltiples” por su campaña “¿Un mundo feliz?”.

Isidora Gil, cabeza visible del equipo de la biblioteca formado por Carmen Valugo, Belén Sánchez, Irma Fernández y Teresa Devesa, trasladaba ayer que “é unha gran satisfacción. Estamos facendo cosas que redundan nos rapaces e tamén na economía do centro”, dijo, a la vez que recordaba otros premios recibidos en los últimos años, como los sellos de calidad, los trabajos por proyectos o este mismo galardón, que ya obtuvieron en 2011 por la labor de recuperación, adecuación y modernización de su biblioteca, así como por impulsar el cumplimiento del Proyecto lector y el Plan de lectura. “Persoalmente é unha gran satisfacción porque botamos aquí moitas horas, isto é vocacional. Non temos compensación de horas nin retribución económica”, reconocía Gil, quien agradecía el apoyo del actual equipo directivo. “O que máis nos gusta é que o nome da nosa vila e do noso centro rural e público da Galicia profunda resoe por todo o país como exemplo de boa praxis”, enfatizan desde la dirección, poniendo en valor el trabajo del claustro, del equipo de la biblioteca y del propio alumnado.

El premio, dotado con 10.000 euros, se destinará para cubrir necesidades de la biblioteca, probablemente la renovación del equipamiento. La biblioteca, una joya monacal que cuenta con 29.800 volúmenes, está en un continuo proceso de actualización y mejora de sus fondos y el espacio ya se les empieza a quedar pequeño.

CREATIVIDAD E INFORMACIÓN

El proyecto “¿Un mundo feliz?” surgió con el coronavirus y ante la imposibilidad física de mantener las actividades de fomento de la lectura en O Poleiro. Con la pandemia y la distopía como ejes, y aprovechando las nuevas tecnologías, se retó al alumnado a trabajar en creaciones artísticas sobre la nueva realidad a través de la música, la literatura o el dibujo. “En la memoria se hace un relato de las actividades que realizó el alumnado alrededor del confinamiento y la pandemia, utilizando como armas la información y la creatividad”, dijo Gil.