Salud

La residencia de Celanova alega que la falta de enfermeros impide reforzar la plantilla

CELANOVA (RESIDENCIA SAN CARLOS). 21/03/2020. OURENSE. La primera víctima mortal confirmada por coronavirus en Ourense era una anciana de la Residencia San Carlos en Celanova. FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera Exterior de la residencia San Carlos de Celanova, en el casco urbano de la villa. FOTO: ÓSCAR PINAL
Los responsables de la residencia observan con preocupación el desarrollo de la pandemia

La falta de personal de enfermería es, en palabras del patronato de la Fundación San Carlos que gestiona la residencia de ancianos de Celanova, el principal motivo que impide reforzar este servicio en el centro, tal y como vienen reclamando las familias de los usuarios. Así lo aseguraban fuentes del patronato tras reunirse con una representación de las familias, a quienes solicitaron colaboración para poder encontrar candidatos para redoblar unas tareas que actualmente dispensan una enfermera a jornada completa y otra a media jornada. 

Los responsables de la residencia, que en marzo protagonizó el primer gran brote de coronavirus en la provincia (18 trabajadoras y 46 usuarios dieron positivo, de los que fallecieron 9 mayores), observan con preocupación el desarrollo de la pandemia y, si bien han aplicado todos los protocolos higiénico-sanitarios, piden más precaución y colaboración a los visitantes que acuden diariamente al centro para evitar un nuevo brote. 

Echando la vista atrás, el Patronato San Carlos quiere hacer constar "a dedicación, colaboración e as xestións" realizadas por el regidor celanovés, Antonio Puga, para atender a los usuarios y a sus familias durante aquellos meses "sen facer propaganda da súa actitude de servizo".

Opinión de los expertos

Los patronos quieren expresar ahora de forma pública el agradecimiento al regidor, así como a los demás miembros del grupo de gobierno, que medió para hacer realidad la apertura del centro integral de Os Milagros, además de otras gestiones realizadas con las administraciones que permitieron, entre otros, la presencia de la UME en la villa. "O Concello esixiu o coñecemento urxente das probas levadas a cabo, así coma o traslado dos positivos e a fluidez da comunicación cos usuarios e familiares. De maneira permanente estiveron colaborando e á disposición da residencia", dicen.

A pesar de que no estuvieron inicialmente de acuerdo con dejar a ocho usuarios que habían dado positivo en el centro, se congratulan de que los expertos en geriatría consultados tuvieran razón. "Ao final, e grazas tamén ao esforzo, dedicación e entusiasmo do noso persoal, só morreu unha usuaria de 101 anos e non do virus", señalaban en una gratitud hacia las trabajadoras, pero también a los voluntarios de Celanova que se volcaron ante una situación extrema, tanto facilitando material como colaborando en las desinfecciones.

Te puede interesar