Tomás Gómez Vázquez: ’Los cooperativistas se escudan en el líder’

Tomás Gómez Vázquez.
’En Ourense no está arraigado el hecho de que el agricultor sea también empresario’, apunta Tomás Gómez, uno de los ponentes de las jornadas sobre cooperativismo. La Mancomunidad Terra de Celanova ha organizado a lo largo de estas últimas semanas las primeras ’Xornadas sobre cooperativismo’. Un encuentro que, centrado en el cooperativismo agrario, ha intentado solucionar las dudas e inquietudes de los vecinos de la comarca acerca de esta forma jurídica.
Tomas Gómez, delegado en Ourense de la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (Agaca), ha sido el principal protagonista de estas jornadas.

¿Cómo ha transcurrido este primer curso en Celanova?

Normal. Por lo general son particulares que han venido a informarse sobre las cuestiones jurídicas de las cooperativas. Aunque también hemos contado con algún que otro socio que planteaba otro tipo de preguntas, más relacionadas con el día a día. El próximo martes terminaremos las jornadas hablando sobre las perspectivas de futuro.

¿Qué es una cooperativa?

Debe ser una herramienta para sus socios que les permita funcionar como una empresa, ya que los accionistas son los agricultores y ganaderos. Aunque tenemos que tener en cuenta que, cuando se forma una cooperativa, es porque hay mucha necesidad. Porque no les pagan o la cantidad que obtienen con la venta es irrisoria. Lo que mucha gente no sabe es que Ourense fue la cuna del cooperativismo en Galicia. Y Coren un espejo donde todos se miran. Desde los años 50 hasta la entrada en la Unión Europea, la provincia contaba con un amplio número de cooperativas.

¿Y que pasó?

Entrar en Europa implicó la aceptación de una cuota para empresas lácteas y ganaderas y no todas aguantaron. Además, la juventud no veía, ni ve, el campo como un medio de vida razonable, así que los socios se hacen mayores y no tienen a quien dejar la cooperativa.

¿Hay falta de información?

No, no lo creo. Hace 10 años sí que podíamos decir que la gente desconocía lo que era una cooperativa, pero la administración se ha esforzado por informar a la población. Yo creo que es más bien una problema de individualismo. Además, todavía aquí no está arraigado el hecho de que el agricultor sea también el empresario.

¿Cuál es el principal temor al que se enfrentan los socios?

A no ser capaces de sacar adelante el proyecto. Una cooperativa es una empresa y muchos temen no poder dirigirla. Por eso suelen escudarse en un líder. Una persona con carisma y en los que ellos sienten que pueden delegar. Aunque no en todos los sitios se consigue.

¿Cómo definiría la situación en la provincia?

Mirando el mapa nos encontramos con que hay pocas y abundan las grandes. En la actualidad, Ourense cuenta con un 52 cooperativas y Sociedades Agrarias de Transformación (SAT). Por sectores, observamos grandes diferencias. Algunos, como los lácteos o la miel, van en declive, mientras que otros, como la carne o el vitivinícola, están en aumento. ¿Hacía donde se dirige el mercado? Es muy difícil de predecir. Pero creo que se irá hacia menos explotaciones, pero más grandes. Por otro lado, dentro de las propias cooperativas se están creando los llamados ’servicios de sustitución’, equipos de trabajo para cuando el socio se quiera tomar unos días de descanso. Además estamos incentivando a que se embarquen en inversiones que impliquen la compra de maquinaria en común.

¿Y los retos?

El principal reto al que nos enfrentamos es la globalización por un lado, y la reducción de los Fondos Estructurales y de Cohesión de la Unión Europea, por otro. La entrada de nuevos socios, con mano de obra mucho más barata, va a influir mucho en nuestros mercados, perjudicando a los productos agroganaderos gallegos.

¿Qué cambios deberían producirse para afrontar el nuevo mapa?

Avanzar en el compromiso y un mayor protagonismo en la identificación de la trazabilidad de sus productos, de seguridad alimentaria y la implantación de prácticas medioambientales. En el caso de las cooperativas pequeñas, si fuera el caso, la utilización de gerencias o asesorías conjuntas. Además de una mayor profesionalización de los consejos rectores.

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