Un décimo de la Lotería de Navidad misterioso lleva la ilusión a Lobios

Ni rastro de la persona que, de forma anónima y generosa, el pasado fin de semana dejaba 13 décimos del 2.854 en los buzones postales de los vecinos que viven en A Vila en Lobios. Ahora esperan a que toque algo, para poderlo festejar con su benefactor.

A Vila, una aldea de montaña de Lobios, se ha convertido esta semana en el epicentro de la actualidad con motivo de la aparición de décimos misteriosos en los buzones de los 13 vecinos que viven allí a diario. “Por la cara de los vecinos, los que vivimos habitualmente, no fuimos”, comentaba Antonio Lorenzo en el corrillo formado en el pueblo, al pie de la capilla dedicada a San Lorenzo y San Sebastián. “Todos temos ese diñeiro (los 260 euros que costaron los 13 décimos), pero non a vontade e o corazón de regalalo aos veciños. A todos, sen discriminar a ninguén, mesmo a unha señora de 93 anos, que nin sabe o que é”, comentaba María Rosa Paz. 

La madre de Celso Paz, de 85 años, nunca había comprado un décimo de lotería, pero este “agasallo” le hará estar pegada a la televisión el próximo 22 de diciembre. “Oxalá que toque, regaremos todo o camiño con champaña”, bromeaba Zacarías González, el primero en descubrir el misterio en la noche del sábado. “Chamei a un irmán que vive en Almería e a un primo en Ourense, que son de facer sorpresas, pero nada”, comentaba este emigrante que presume que “esta semana somos a capital, non somos A Vila”.

La ilusión por saberse queridos se está convirtiendo ahora en un debate y pasatiempo para dirimir quien será el generoso vecino que les ha regalado esta “ilusión” prenavideña. Descartado el cartero, al carecer el sobre de remite y sello, las pesquisas se centran ahora en aquellos que viven fuera, pero vienen los fines de semana o 2-3 veces al año por vacaciones, nada más y nada menos que otras 13 familias. Aunque matizan que “hai dúas persoas no punto de mira, porque son as que máis están polo pobo”, comentan mientras hacen cábalas en quien pudo pasar por Teruel, administración de origen de los décimos. “O pediron aí para despistar aínda máis”, concluían. 

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