El ABO no pasa por uno de sus mejores momentos deportivos. La sonrojante derrota cosechada por los ourensanos a domicilio frente al Marín (102-51) es sólo la punta visible del iceberg en el que se ha convertido el único representante ourensano en la Liga EBA.
Si el varapalo ante el equipo pontevedrés fue grande no menos duro es que tras 16 jornadas y 15 partidos de Liga el ABO sume solamente dos victorias.
El entrenador del equipo, Juan Norat asume los errores cometidos hasta el momento. 'La culpa es mía al cien por cien. Para mí es una situación completamente nueva. Nunca había pasado por algo así. En Marín jugamos el peor partido de la temporada con diferencia, no hay excusa posible para matizar una derrota así', afirma.
Ante el panorama de cara a final de temporada, el técnico busca soluciones a un problema de juego y resultados que se agrava con el paso de las jornadas. 'Está claro que la situación no es buena y haremos cambios. No entrenamos bien durante el parón y se plasmó sobre la pista. Hay que darle un vuelco grande al equipo, desde los sistemas de juego a la mentalidad, pero también tenemos que adaptarnos a las circunstancias de nuestra plantilla. Tenemos tres días por delante para hacerlo antes del partido contra Chantada y seguro que lo conseguiremos, tengo la certeza que lo conseguiremos',adelanta.
En el otro lado de la balanza, como parte también protagonista del equipo se encuentran los jugadores. El más veterano de ellos, Rubén Vila, de baja tras la luxación de tobillo sufrida durante el partido contra el Estudiantes de Lugo en el mes de enero, afirma que 'con el equipo que tenemos estoy seguro de que podríamos haber ganado más de dos partidos. Lo tengo claro. Parece que ni jugadores ni cuerpo técnico sabemos en la Liga que estamos jugando. Faltan roles, saber lo que puede y no puede hacer cada uno. Nos vamos a dejar la vida como hasta ahora y vamos a pelear por sacar esto adelante pero a veces nos sentimos un poco desprotegidos en varios aspectos, parece que vamos a la guerra con pistolas de agua', destaca de manera rotunda el alero ourensano.
Michael Conde, base del equipo y uno de los jugadores clave, añade que 'la situación durante la semana es muy complicada ya desde el inicio de la temporada. A veces se hace interminable por muchos aspectos. En muchas sesiones de entrenamiento ni siquiera podemos entrenar cinco para cinco y eso es fundamental dentro de un equipo. Falta estabilidad en el día a día del equipo. Todas las semanas pasa algo que altera los planes iniciales y se hace cuesta arriba. Si no entrenamos bien es imposible llegar a los partidos con garantías de ganarlos, son cosas que no engañan y he llegado a sentir muchísima impotencia en la cancha. De todas formas los compañeros que han subido del júnior este año han mejorado muchísimo y de no ser por ellos no estaríamos jugando en la EBA'.
En una situación delicada como la que está pasando el club, la opinión de la directiva del club resulta crucial y Roberto Blanco, el director deportivo del ABO, aporta calma relativa. 'Lo que está sucediendo es una situación asumida a principio de temporada y de la que éramos conscientes cuando decidimos salir a competir. Sabíamos que en el peor de los casos podríamos no ganar partidos. Seguimos confiando en el proyecto del entrenador del equipo y cuenta con todo nuestro apoyo de cara al futuro. Está claro que la imagen del equipo debe mejorar en los dos próximos partidos, contra Chantada y Fidalgo. Son vitales para que el equipo se mantenga en la Liga EBA', finaliza.
El entrenador del equipo, Juan Norat asume los errores cometidos hasta el momento. 'La culpa es mía al cien por cien. Para mí es una situación completamente nueva. Nunca había pasado por algo así. En Marín jugamos el peor partido de la temporada con diferencia, no hay excusa posible para matizar una derrota así', afirma.
Ante el panorama de cara a final de temporada, el técnico busca soluciones a un problema de juego y resultados que se agrava con el paso de las jornadas. 'Está claro que la situación no es buena y haremos cambios. No entrenamos bien durante el parón y se plasmó sobre la pista. Hay que darle un vuelco grande al equipo, desde los sistemas de juego a la mentalidad, pero también tenemos que adaptarnos a las circunstancias de nuestra plantilla. Tenemos tres días por delante para hacerlo antes del partido contra Chantada y seguro que lo conseguiremos, tengo la certeza que lo conseguiremos',adelanta.
En el otro lado de la balanza, como parte también protagonista del equipo se encuentran los jugadores. El más veterano de ellos, Rubén Vila, de baja tras la luxación de tobillo sufrida durante el partido contra el Estudiantes de Lugo en el mes de enero, afirma que 'con el equipo que tenemos estoy seguro de que podríamos haber ganado más de dos partidos. Lo tengo claro. Parece que ni jugadores ni cuerpo técnico sabemos en la Liga que estamos jugando. Faltan roles, saber lo que puede y no puede hacer cada uno. Nos vamos a dejar la vida como hasta ahora y vamos a pelear por sacar esto adelante pero a veces nos sentimos un poco desprotegidos en varios aspectos, parece que vamos a la guerra con pistolas de agua', destaca de manera rotunda el alero ourensano.
Michael Conde, base del equipo y uno de los jugadores clave, añade que 'la situación durante la semana es muy complicada ya desde el inicio de la temporada. A veces se hace interminable por muchos aspectos. En muchas sesiones de entrenamiento ni siquiera podemos entrenar cinco para cinco y eso es fundamental dentro de un equipo. Falta estabilidad en el día a día del equipo. Todas las semanas pasa algo que altera los planes iniciales y se hace cuesta arriba. Si no entrenamos bien es imposible llegar a los partidos con garantías de ganarlos, son cosas que no engañan y he llegado a sentir muchísima impotencia en la cancha. De todas formas los compañeros que han subido del júnior este año han mejorado muchísimo y de no ser por ellos no estaríamos jugando en la EBA'.
En una situación delicada como la que está pasando el club, la opinión de la directiva del club resulta crucial y Roberto Blanco, el director deportivo del ABO, aporta calma relativa. 'Lo que está sucediendo es una situación asumida a principio de temporada y de la que éramos conscientes cuando decidimos salir a competir. Sabíamos que en el peor de los casos podríamos no ganar partidos. Seguimos confiando en el proyecto del entrenador del equipo y cuenta con todo nuestro apoyo de cara al futuro. Está claro que la imagen del equipo debe mejorar en los dos próximos partidos, contra Chantada y Fidalgo. Son vitales para que el equipo se mantenga en la Liga EBA', finaliza.
