El Arenteiro empató a un gol frente al Zamora para consolidar su posición en lo más alto y ya piensa en el Atlético del Madrid y la Copa del Rey
El Arenteiro se marcha al parón navideño con los deberes hechos. En la tarde de ayer empató a un gol en Espiñedo ante el Zamora, otro de los grandes de la liga, para seguir líder en solitario y demostrando que hasta el momento, en las quince jornadas que se llevan disputadas, ha sido el mejor equipo de la competición. Ahora, mientras todos sus rivales disfrutan de vacaciones, ellos se fueron a cenar para empezar a preparar el “partidazo” que aún les espera el próximo jueves ante el Atlético de Madrid, del que ahora sí que ya todos hablan y no paran. No es para menos.
Quizá porque, aunque enfrente estaba el Zamora del gallego Iago Iglesias y las cabezas son incontrolables, el inicio de los verdes no fue el de otras tardes. Les costaba meterse en el partido, no conseguían darle ritmo al juego y los zamoranos estaban muy cómodos siendo los dominadores del duelo. Manu Viana era una pesadilla por banda izquierda y de una jugada suya llegó el 0-1. Corría el minuto 22 cuando un centro suyo no lo remató a la primera el “tanque” Altube, pero terminó sacando un centro que Marc Caballé, con la izquierda, mandó al fondo de la red. Poco más deparó la primera parte, si acaso un centro chut de Joseca en el 44 que el meta visitante Iricibar mandó a saque de esquina.
La segunda parte fue otra historia. Apareció el Arenteiro de siempre. Dominador, creando ocasiones una tras otra y el Zamora no daba achicado. El empate se veía venir. Joseca empezó su recital en la banda izquierda y todo volvía a su normalidad. O a la que nos tienen malacostumbrados.
En el 47, eslalom del andaluz por banda izquierda que le llevó hasta la línea de fondo y terminó con dos remates que solventó el meta visitante. En el 48 centro de Álex Fernández y remate de Rafa Mella al fondo de la red, pero el colegiado anuló el gol al considerar que remató con la mano. En el 52, nuevo centro de Joseca y otro remate de Mella que para Iricibar. El Zamora no se sacudía el dominio y llegó el empate. En el 56 control de Antón Escobar en el área, es derribado por Theo y Álex Fernández no perdona desde los once metros para poner el 1-1.
Todos tenían claro que la victoria se iba a quedar en Espiñedo. Los verdes estaban lanzados y apabullaban a su oponente. En el 61 jugada de tiralineas entre Álex Fernández, Jordan, Antón Escobar para que finalice Mella, pero un defensa despejó a córner.
Pero en el minuto 67 todo cambio. Adrián Cruz vio una muy rigurosa segunda amarilla y se tuvo que ir expulsado. El Zamora respiró y volvió aparecer. El Arenteiro replegó, quizá por aquel dicho de que si no puedes ganar, al menor conserva el punto que tienes. Y así fue. Los zamoranos no inquietaron a Diego García y los de Javi Rey, que lleva cuatro partidos y aún no conoce la derrota, tampoco crearon más. Al final, los dos satisfechos y los verdes a empezar a preparar la fiesta contra los colchoneros del jueves, que vaya usted a saber como termina.
