El ourensano Benjamín Rodríguez dirige actualmente al CB Allariz, de la Primera autonómica, pese a que tiene la misma titulación que cualquiera de los entrenadores que a día de hoy ocupan un banquillo de la ACB. Es pues entrenador superior nacional, título que sacó en Málaga en el año 2001, con sólo 26 años de edad.
'Empecé por casualidad, mientras hacía el voluntariado en el servicio de deportes de la Universidad. Era delegado de campo del equipo femenino y poco a poco empecé a colaborar más. Tanto que a los dos meses ya era el segundo entrenador. Así es como me metí en este mundillo', relata.
Pero,¿se sigue planteando el baloncesto como una salida profesional? 'En su momento sí, cuando me fui a entrenar a Ibiza vivía profesionalmente del baloncesto. Ahora... depende del mercado. Estuve un año en Ibiza. No seguí allí porque la oferta deportiva no era lo que yo esperaba y a cambio tenía una oferta laboral en Ourense que me hizo regresar. A día de hoy, puedo decir que fue una mala decisión', subraya el ourensano.
Pero usted tiene la misma titulación que Messina. O que Xavi Pascual. O que Paco García... 'Ya, pero es complicado entrar en la rueda. Le digo más, en una ciudad como Ourense es casi imposible. Aquí hay un grupito de cuatro o cinco entrenadores y de ahí no se sale'.
'Me da igual entrenar a un equipo masculino o a uno femenino, en el fondo todo es baloncesto. Hoy por hoy, no vivo por y para la canasta, aunque en su momento sí lo hice. En su momento sí, en su momento puse el baloncesto por encima de muchas cosas, por encima de todas las cosas. Es más, en su momento dejé trabajos por el baloncesto', recalca.
¿Quién es mejor entrenador, el que sabe llevar un grupo o el que se empapa de tácticas? 'Sin lugar a dudas el que ve muchos entrenamientos y ve cómo trabajan otros. Me quedaría con Diego Ocampo. Y ampliando un poco la perspectiva quizá con Messina. Llevar un grupo es difícil, es algo complicado, ahí radica el 60 por ciento del rendimiento del grupo'.
¿Alguna vez ha hecho un cambio y el jugador sustituido le ha hecho un desprecio? 'Muchas, y en todos los equipos además. Por eso el trabajo del entrenador consiste en saber qué hacer en cada momento. Por eso a veces es mejor no dar la mano y esperar a que el jugador se calme', aclara.
¿Cuándo estará Benjamín Rodríguez en el momento justo en el sitio preciso? 'Buena pregunta, ya me pasó en el Pabellón. Se fue Lisardo, yo era su segundo y pusieron al que entonces era el preparador físico. Pero en fin, cuento con que me llegue algún día'.
¿Imaginaba hace meses que cuatro mil espectadores acudirían a cada partido del COB? 'Es fantástico, pero va a ser más importante la temporada que viene. Va a haber que aprovechar el verano para hacer una buena plantilla. ¿Yo allí? Al COB nunca le puedes decir que no, tampoco a ningún equipo que te ofrezca un proyecto profesional'.
¿Y cómo está el baloncesto en Ourense? 'Muy mal. En los últimos años se ha trabajado bastante mal. El problema es que no hay clubes, no hay directrices. Cada club es una isla. ¿El COB un oasis en el desierto? No diría tanto, le falta mucho para serlo'.
'El baloncesto es complejo y a veces los entrenadores lo hacemos más complejo aún. Se trataría de poner de acuerdo a cinco jugadores en un espacio redudico y ante cinco rivales.
¿Un sueño y un deseo? Poder dedicarme sólo a entrenar', finaliza Benjamín Rodríguez.
Pero,¿se sigue planteando el baloncesto como una salida profesional? 'En su momento sí, cuando me fui a entrenar a Ibiza vivía profesionalmente del baloncesto. Ahora... depende del mercado. Estuve un año en Ibiza. No seguí allí porque la oferta deportiva no era lo que yo esperaba y a cambio tenía una oferta laboral en Ourense que me hizo regresar. A día de hoy, puedo decir que fue una mala decisión', subraya el ourensano.
Pero usted tiene la misma titulación que Messina. O que Xavi Pascual. O que Paco García... 'Ya, pero es complicado entrar en la rueda. Le digo más, en una ciudad como Ourense es casi imposible. Aquí hay un grupito de cuatro o cinco entrenadores y de ahí no se sale'.
'Me da igual entrenar a un equipo masculino o a uno femenino, en el fondo todo es baloncesto. Hoy por hoy, no vivo por y para la canasta, aunque en su momento sí lo hice. En su momento sí, en su momento puse el baloncesto por encima de muchas cosas, por encima de todas las cosas. Es más, en su momento dejé trabajos por el baloncesto', recalca.
¿Quién es mejor entrenador, el que sabe llevar un grupo o el que se empapa de tácticas? 'Sin lugar a dudas el que ve muchos entrenamientos y ve cómo trabajan otros. Me quedaría con Diego Ocampo. Y ampliando un poco la perspectiva quizá con Messina. Llevar un grupo es difícil, es algo complicado, ahí radica el 60 por ciento del rendimiento del grupo'.
¿Alguna vez ha hecho un cambio y el jugador sustituido le ha hecho un desprecio? 'Muchas, y en todos los equipos además. Por eso el trabajo del entrenador consiste en saber qué hacer en cada momento. Por eso a veces es mejor no dar la mano y esperar a que el jugador se calme', aclara.
¿Cuándo estará Benjamín Rodríguez en el momento justo en el sitio preciso? 'Buena pregunta, ya me pasó en el Pabellón. Se fue Lisardo, yo era su segundo y pusieron al que entonces era el preparador físico. Pero en fin, cuento con que me llegue algún día'.
¿Imaginaba hace meses que cuatro mil espectadores acudirían a cada partido del COB? 'Es fantástico, pero va a ser más importante la temporada que viene. Va a haber que aprovechar el verano para hacer una buena plantilla. ¿Yo allí? Al COB nunca le puedes decir que no, tampoco a ningún equipo que te ofrezca un proyecto profesional'.
¿Y cómo está el baloncesto en Ourense? 'Muy mal. En los últimos años se ha trabajado bastante mal. El problema es que no hay clubes, no hay directrices. Cada club es una isla. ¿El COB un oasis en el desierto? No diría tanto, le falta mucho para serlo'.
'El baloncesto es complejo y a veces los entrenadores lo hacemos más complejo aún. Se trataría de poner de acuerdo a cinco jugadores en un espacio redudico y ante cinco rivales.
¿Un sueño y un deseo? Poder dedicarme sólo a entrenar', finaliza Benjamín Rodríguez.
