El Ourense perdió en los minutos finales en Lugo y se encomienda a la suerte para no descender

Al borde del abismo

 El Progreso El salmantino Jaime Moreno pelea la pelota con uno de los defensores del Lugo.(Foto: RICARDO SEGUÍN )
Al borde del abismo. El Ourense, que encajó el único gol del partido en el minuto 87, queda a expensas de la diosa fortuna, porque la Liga se acaba y no tiene poder de reacción. Jugó 23 minutos con uno menos. Marino y Alcorcón han dejado de ser rivales, toda la pelea se centra en superar al Marino. El domingo llegará el Lanzarote.
Rostros de funeral, algunas lágrimas de determinados jugadores en los aledaños del Anxo Carro, otros sentados haciéndole preguntas al cielo... Desolador.

Era la fotografía de un ambiente ourensanista después del partido, un Ourense que toca la Tercera división con las manos. O mucho cambia el panorama en las tres jornadas que faltan o se acabó lo que se daba. El equipo de Tomé lo tiene todo en contra. Además de sus justitas fuerzas cualquier brisa que pase a su lado se convierte en un vendaval.

Para empezar, y como se temía, Tomás no aguantó ni siquiera hasta el descanso. Después de un cruce con un rival se resintió, pidió el cambio y se fue a los vestuarios con una posible rotura fibrilar. Le sustituyó Juan Estévez, que a la postre se convertiría en negativo protagonista. Vio dos cartulinas amarillas en 30 minutos, la última por colocarse delante del balón en el saque de una falta, y dejó a su equipo literalmente tirado durante 23. Una acción infaltil.

Más. Corría el minuto 87. El Lugo tuvo licencia para centrar desde la derecha y de muchísimo más permiso disfrutó Carril, que le ganó la espalda a Aloisio y remató el balón a las mallas.

Desastre general. El mazazo fue letal, pues de Luanco llegaban también noticias de que ganaba el Marino al Deportivo B.

¿El partido? Fue el Lugo el que llevó la batuta y era peligroso en las jugadas a balón parado, ésas que durante la Liga han conde nado al equipo de Tomé. El Ourense controlaba más o menos bien, montaba tímidos contragolpes y en uno de ellos Anxo pudo haber adelantado a su equipo. Pero era poca la pólvora.

En la segunda mitad le fue anulado un gol a Martín por posible mano y ahí se acabó todo. Se acabó todo y llegó el mazazo. El gol de Carril puede condenar al equipo a la Tercera. O llega un milagro o el final puede ser dramático. A rezar toca.

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