El equipo lucense, ahora bajo la batuta de Pepe Rodríguez, intentará impulsar su temporada sumando mañana ante el Ourense su segunda victoria consecutiva

El Breogán busca ratificar su mejoría frente al COB

James Feldeine. (Foto: J. Vázquez)
Si la temporada del COB es decepcionante, la del Breogán no es mucho mejor. Con un plantilla que cuesta 800.000 euros, revelados en la Junta de Accionistas de ayer, y con jugadores de primer nivel en la categoría, el objetivo lucense es cuando menos pelear por los play off de ascenso.
Rubén Domínguez, cuya nula química con la grada fue su peor enemigo, dejó su cargo después de perder en Tenerife, y la llegada de Pepe Rodriguez parece haber sido mano de santo. Estreno, victoria y feeling ambiental. Más no se puede pedir de una tacada.

El partido de este miércoles ante el COB es clave para ratificar la metamorfosis, pero un peligro añadido en caso de derrota. La espina de la temporada pasada está profunda y la ilusión generada con el cambio perdería muchos enteros de repetirse la bofetada. Los ourensanos deberán jugar también esa carta, aunque el saco de la presión es mucho más mullido.

El Breogán tiene argumentos para pensar en positivo. Vallmajó, en mejor versión que la temporada pasada, aporta experiencia y orden. Más regular que un Hayes con mejores presagios que realidades pero capaz de ser decisivo en momentos importantes.

En el perímetro repite Betinho Gomes. Un eterno boom que se queda año tras año en pam. Asentado en el club y en la Liga pero con una preocupante línea continúa que decepciona los desorbitados presagios que llegaron situarle al primer nivel del basket europeo.

Esta temporada ni siquiera es la primera referencia ofensiva exterior. Ese privilegio recae en James Feldaine. Habilidoso en el uno contra uno, con buena mano y demoledor en las rachas. Es la cara de un equipo en el que Forcada es la cruz. Muy poco está apareciendo el escolta. El canterano Hallman amenaza con relegarlo todavía más con el cambio de entrenador.


LA ZONA

En la zona hay de todo y todo bueno empezando por uno de los mejores jugadores de la Liga la temporada pasada, Oliver Arteaga. El pívot es un seguro en las dos zonas. A su lado, Brown. Más calidad que el canario pero menos fiable. Completan la amenaza interior José Amador y Camilo Riveiro. El primero con más peligro desde la distancia que cerca del aro y el uruguayo con un rol mucho más secundario que en sus anteriores equipos.

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