Dos goles, obra de Modric y Cristiano Ronaldo, que batió con nueve el récord de tantos marcados en una fase de grupos de la Liga de Campeones, le bastaron al Real Madrid para acabar con la racha del Copenhague en el Parken.
Puede que el equipo danés sea modesto, pero en su campo, en fase de grupos, no había aún perdido en ocho partidos, y eso que habían pasado el Barcelona, la Juventus y el United entre otros.
Fue un triunfo convincente del Madrid, que ya primero y clasificado para octavos de final quiso cerrar una brillante fase con una nueva victoria, certificada sobre todo en un notable primer tiempo.
Apostó Ancelotti por Modric en vez de Illarramendi como compañero de Xabi Alonso, que regresaba al equipo, como Bale y Ronaldo. Y le salió bien la jugada. El croata mezcló bien con el donostiarra.
Y Modric dejó un gol de antología, el primero esta temporada. Un remate colocado con la derecha desde el borde del área, después de un recorte, que acabó en la escuadra izquierda de la portería de Wiland.
Un tanto anulado por falta a Casillas en un saque de esquina despertó al Copenhague y al público, callado hasta entonces contemplando el rondo del rival en un césped irregular aunque mejor de lo esperado.
Volvía Ronaldo y no faltó a la cita con el gol. A los tres minutos del segundo tiempo, en su sexto remate, el portugués, al que Wiland le acababa de sacar un mano a mano, fusiló al guardameta sueco en un despiste de la zaga danesa tras un saque de esquina. Marcelo mandó un centro lateral y Pepe le dejó de cabeza franco el balón.
Y aún tuvo el tercero al borde del final, pero Wiland le paró un penalti que Delaney le había hecho al portugués.
Fue un triunfo convincente del Madrid, que ya primero y clasificado para octavos de final quiso cerrar una brillante fase con una nueva victoria, certificada sobre todo en un notable primer tiempo.
Apostó Ancelotti por Modric en vez de Illarramendi como compañero de Xabi Alonso, que regresaba al equipo, como Bale y Ronaldo. Y le salió bien la jugada. El croata mezcló bien con el donostiarra.
Y Modric dejó un gol de antología, el primero esta temporada. Un remate colocado con la derecha desde el borde del área, después de un recorte, que acabó en la escuadra izquierda de la portería de Wiland.
Un tanto anulado por falta a Casillas en un saque de esquina despertó al Copenhague y al público, callado hasta entonces contemplando el rondo del rival en un césped irregular aunque mejor de lo esperado.
Volvía Ronaldo y no faltó a la cita con el gol. A los tres minutos del segundo tiempo, en su sexto remate, el portugués, al que Wiland le acababa de sacar un mano a mano, fusiló al guardameta sueco en un despiste de la zaga danesa tras un saque de esquina. Marcelo mandó un centro lateral y Pepe le dejó de cabeza franco el balón.
Y aún tuvo el tercero al borde del final, pero Wiland le paró un penalti que Delaney le había hecho al portugués.
