Los Toppert, Cody y Brittany, tienen en el deporte su profesión y la maleta como compañera inseparable

Lo que Dios ha unido que no lo separe el baloncesto... o el fútbol

La mujer de Cody Toppert, Brittany, es internacional con la selección subcampeona del mundo del fútbol, Estados Unidos
Cody Toppert es una de las apuestas del COB esta temporada para pelear por el ascenso a la LEB Oro. Su mejor virtud, el tiro exterior, y el número en la camiseta, el 33, son culpa de su padre, Robert: 'Mi madre y mi padre fueron jugadores de baloncesto en la universidad y mi padre llegó a disputar el torneo final, los dieciseisavos de final. Mi hermano y yo llevamos siempre su número'
Su hermano, Chad, fue el mejor triplista de la Liga ACB la temporada pasada con el Cai Zaragoza: 'Desde muy pequeños nuestro padres nos hacían tirar y tirar a canasta. Fueron nuestro profesores', recuerda.

Ahora ambos comparten país, y con la idea de quedarse: 'Aquí se juega el mejor baloncesto del mundo. He estado en siete países y me gustaría quedarme varios años. Mi hermano ha renovado dos más en Zaragoza'.

Abandonar el mundo nómada del jugador profesional tampoco le desagrada a su mujer, Brittany, aunque ello la obliga a dejar su gran pasión, el fútbol: 'Nos encanta España. Ojalá podamos estar aquí muchos años. No me importa viajar porque cada año es como una nueva aventura en la que conoces otras culturas, pero nos gustaría quedarnos aquí'. Y añade: 'Mi pasión es el fútbol. Juego desde los cuatro años y me encanta, pero aquí sólo hay indoor (fútbol sala) y no creo que se me dé muy bien'. El Cidade das Burgas le ofreció entrenar pero por ahora se centrará en su nuevo trabajo: 'Voy a dar clases de inglés en el colegio Luis Vives y además entrenaré a equipos de fútbol de niños'.
Brittany es una de las mejores jugadoras de fútbol de Norteamerica. Fue nombrada All American en dos ocasiones y es internacional con una selección que es la actual subcampeona del mundo: 'Juego de medio centro o en el centro de la defensa y me encanta'.

La carrera de su marido la obligó a abandonar la que podría ser su profesión: 'En Estados Unidos hay Liga profesional, pero en el resto de países es muy complicado ganar dinero con el fútbol femenino'.

Jugó en Alemania, Italia y en el Reino Unido, pero en España 'el nivel es menor'.
Fútbol y baloncesto unidos en una familia que intenta adaptarse a la vida española. 'Lo que más nos costó fue acostumbrarnos a los horarios de comidas. Estábamos acostumbrados a cenar a las seis de la tarde y aquí los restaurantes no abren hasta las ocho y media. Otra cosa diferente es que aquí la gente camina mucho. En Estados Unidos vas en coche a todas partes', dice Brittany.
El clima también es distinto. 'Esto es precioso. ¡Qué verde es todo! En Estados Unidos vivimos en el desierto (Nuevo México) y esto nos encanta. Sabemos que lloverá, pero no será un problema. Ourense es muy bonito y la gente es siempre muy amable', asegura Cody. Nada sorprendente: 'Tengo varios amigos que jugaron en España y todos me dijeron que ésta era una buena ciudad y que estaría en un club muy profesional'.

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