El Barco sumó una victoria muy importante en la última jornada ante el Celta C-Gran Peña, tras el 1-0 final en Calabagueiros. Tres puntos de oro que le permiten salir de los puestos de descenso y arrastre. Eso sí, solo con uno de margen, con lo que no pueden despistarse lo más mínimo.
Y es que la temporada en el seno del equipo barquense no está saliendo como se esperaba. En pretemporada conformaron un plantel que confiaban que estuviese peleando por los puestos de promoción, pero pronto se empezaron a torcer las cosas. Javi Rey, el técnico, dejó el equipo rumbo a Espiñedo y llegó el monfortino Edu Rodríguez para sustituirle. Tras pasar por la base del Calasancio, Lemos y Sarriana, con solo 29 años, le llegó la oportunidad de entrenar en Tercera Federación. Y no le duelen prendas en reconocer que “las cosas no van como yo pensaba. Llegamos con la intención de que los resultados fueran otros, pero la realidad nos puso donde nos puso y ahora estamos tratando de situarnos en una zona más tranquila”.
Un técnico que intenta buscar un motivo a la actual situación: “Sabía a dónde venía y los jugadores que había. Son muy buenos futbolistas y en esta categoría deberían marcar diferencias, pero nos está costando mucho hacer gol y encajamos con facilidad y así es muy complicado”. Y añade que “estamos mejorando. En los últimos cinco partidos, en tres dejamos la portería a cero y eso es un paso importante. Estamos en una competición muy igualada en la que muchos partidos se deciden por pequeños detalles”. Cita dos ejemplos, “en Arzúa tuvimos un mano a mano en el último minuto, la fallamos y te vienes con un punto. En Viveiro también tuvimos tres muy claras, perdonamos y volvimos con un punto, solo con esos cuatro puntos ya veríamos las cosas de otra manera”.
Pero eso ya es historia y ahora toca mirar para el futuro. “Tenemos que ir paso a paso y tener claro que por el momento estamos en una situación complicada. No hago cuentas de los puntos que pueden hacer falta y tengo claro que lo único es salir cuanto antes de los puestos complicados y poder vivir las últimas jornadas tranquilos”. Lo dice un entrenador que no se puede sentar en el banquillo a dirigir a sus jugadores ni podrá hacerlo en toda la temporada por haber entrenado, a principio de esta campaña, a la Sarriana: “Da igual que lo entienda o no, es lo que hay y ya no quiero hablar más del tema. Es una situación delicada porque no es lo mismo estar a pie de campo que en la grada, pero en todo caso lo estamos llevando bien y los jugadores ya se han acostumbrado”, apunta el preparador.
