Me desperté dos veces de noche de los nervioso que tenía". El que lo dice no es un niño que esperaba una cita inolvidable. El 2 de mayo no era Navidad ni había regalos esperando en el árbol, pero miles de ourensanos seguro que saltaron de la cama con una ilusión similar. Si un Campeón de España como Alejandro Fernández tenía ese sentimiento, ¿qué más decir?
Ayer era el día que esperaban los deportistas profesionales para empezar a recuperar sensaciones, los amateur para volver a la rutina y todos, en general, para calzarse una zapatillas y respirar libertad.
"Por mucho que intentas hacer cosas en casa y cuidarte no es lo mismo. Echaba mucho de menos el deporte", reconoce el cobista Kevin van Wijk, que en la primera sesión se metió 50 minutos de carrera continua.
Ourense, como todos los rincones de España, inició la desescalada con el deporte como argumento para confiar en ella. Cada uno con su deporte favorito, muchos, seguro, con el primero que tuvieron a mano, y todos (habrá que confiar) en solitario. Deporte individual, pero fuera de casa.
"Había unas ganas enormes. Nosotros tenemos rodillo, pero ya se hacía aburrido. No serán entrenamientos profesionales, pero sí unas buenas rutinas de 60 ó 80 kilómetros perfectamente y sin agobios, para liberar la cabeza", explica Carlos Moure, de un Club Ciclista Ourensano que ayer tenía en carretera a 45 corredores.
Las orillas del Miño fueron el escenario recurrente para muchos. De todos los deportes y con el atletismo como "recurso" para empezar a meter kilómetros en las piernas y en el "cardio".
Las chicas del fútbol sala, los jugadores del COB, los del Ourense CF o los del Campus Ourense. Seguro que no ha quedado equipo en la provincia que no tuviese a la mayoría de sus jugadores y jugadoras ayer haciendo deporte.
"Las niñas han perdido en este tiempo todo lo que habíamos aprendido en la temporada. Ahora toca recuperar cuanto antes los aspectos técnicos", aseguraba Eli Gómez, del CD Ourela. El club de patinaje artístico cuenta con más de 60 deportistas federadas.
En Maceda tienen "ventaja", no tienen límite de horario. Allí entrenará el ciclista profesional Pablo Rodríguez: "No había vivido algo así nunca, estaba más nervioso que antes de cualquier carrera. Me he memorizado los límites del Concello y puedo hacer rutas magníficas. Ahora es otra cosa". Desde mañana además, tendrá el permiso especial del CSD para entrenar como deportista de alto nivel.
"Poder salir es una doble alegría, por un lado hacer deporte viendo a más gente y por otro, el hecho de que si Sanidad permite salir es porque estamos avanzando en el control de la pandemia". El resumen perfecto a una jornada esperanzadora lo firma la goleadora del Cidade das Burgas Clara Fernández. Hoy, la segunda dosis.
"Estaba más nervioso que el día anterior a la San Martiño"
El atleta ourensano ha corrido y ganado pruebas de todo tipo, pero reconoce que no recuerda "estar así de nervioso. Me desperté dos veces de noche con una sensación muy extraña. Sinceramente estaba más nervioso que el día anterior de la San Martiño".
Salió a correr por la mañana, temprano, y confirma los avisos de los preparadores físicos: "Hay que tener mucho cuidado porque las lesiones ahora son muy fáciles. He corrido todos los días en la cinta y algunos incluso me he metido alguna buena paliza y aún así tengo agujetas. Tengo los cuádriceps muy cargados". Y bromea: "Si la gente no hace caso y se suelta a correr sin moderación en dos semanas los fisios van a ser personal esencial".
En la primera jornada se encontró "con mucha gente. Más que antes del confinamiento. Muchos hasta me animaban cuando pasada, como si estuviese en una carrera", pero cree "que poco a poco iremos quedando los de siempre. Quiero pensar que se irá calmando todo, pero si la gente es prudente y respeta la distancia al correr y al adelantar, hay sitio para todos".
Sobre la mascarilla: "No me atrevo a opinar porque no soy sanitario. Personalmente no voy a usarla para correr, pero cada uno sabrá".
