Empate a prudencia y respeto

Jerin, jugador del Ourense CF, no llega por muy poco a rematar una acción en el área del Pontevedra. Foto: Miguel Ángel
photo_camera Jerin, jugador del Ourense CF, no llega por muy poco a rematar una acción en el área del Pontevedra. Foto: Miguel Ángel
Ourense CF y Pontevedra terminaron el derbi igual que lo empezaron, con la igualada a cero inicial, que sirvió para dejar satisfechos a ambos equipos

Ourense CF y Pontevedra terminaron igual que empezaron el derbi gallego jugado en Oira y en el que ninguno de los dos equipos fue capaz de deshacer la “gafa” del cero a cero, en buena parte porque la prudencia y el respeto predominó a lo largo de los 94 minutos que duró el choque. Eso y que el miedo a perder era superior al de ganar, lo que propició, sobre todo en la primera parte, que la emoción fuera el único ingrediente.

Y eso que el choque empezó con la ocasión más clara de todo el partido. Fue a los dos minutos, cuando el defensa Miguel Prado se hizo un barullo en la salida de una pelota de su equipo y se la dejó al delantero y máximo goleador de la categoría, Rufo. Cuando todos esperaban ver el primer gol del partido y del delantero madrileño, apareció Raúl Marqueta para primero aguantarle y más tarde repeler el disparo del ariete granate. 

Fue un espejismo, porque aunque pueda parecer extraño en la primera parte no volvió haber una ocasión de gol. Cero patatero. A los ourensanos les costaba llegar, mientras que los del Lérez tenían más pelota, pero sin peligro alguno. Así se fueron al limbo los primeros 45 minutos.

Segunda parte

La decoración cambió un poco en la segunda parte, pero la cosa tampoco fue para tirar cohetes. El Pontevedra comenzó avisando con un disparo de Toño Calvo desde la frontal que el portero ourensano Raúl Marqueta detuvo en dos tiempos. La réplica local fue en el 54. Falta lateral que ejecuta Fernando Andrada y que remata de cabeza Amin, pero el meta visitante Edu Sousa detuvo sin problemas. 

Sirva como dato de la capacidad ofensiva ofrecida ayer sobre el sintetico de Oira que el primer corner, y casi único, se botó en el minuto 57. Fue a favor del Pontevedra y como no podía ser de otra manera se sacó sin consecuencias. 

El primero en mover ficha para intentar cambiar algo fue el técnico visitante Iago Iglesias, que puso primero sobre el campo a Chiqui, un extremo desequilibrante y de los mejores de la categoría. Más tarde al goleador Charly y al mediocampista Borja Domínguez. Tres peloteros que serían titulares en cualquier equipo. Eso es tener fondo de armario. El Pontevedra apretó un poco más ante un Ourense CF que a medida que pasaba el tiempo mejor le sabía el empate

Samu Mayo probó desde más de 30 metros, pero se le marchó fuera el disparo. Y en el 69, la única jugada reseñable. Chiqui entró por su banda, regateo un par de jugadores azules y sacó un disparo que con apuros consiguió desviar Marqueta. Los locales iban perdiendo fuelle y todo el peligro llegaba en centros o jugadas de estrategia. Y en el 77, la última destacable. Falta lateral de los granates que saca la defensa azulona. El rechace le cae al granate Mario Gómez, que probó fortuna desde fuera del área, pero se le marchó fuera por poco. 

Al final, 0-0 y ambos que se fueron contentos en un choque en el que los aficionados esperaban algo más, pero no lo vieron porque lo que primaba era no perder. 

Rubén Domínguez

El técnico ourensano afirmaba al final del partido que “fue un choque de play off. Muy cerrado, de pocas oportunidades, con muy poco juego por ambas partes y lo que sí que tenemos es madurar y no hacer los regalos que hicimos al comienzo de las dos partes y que nos pudieron poner por detrás en el marcador”. Y siguió: “creo que los dos equipos estuvimos incómodos y nos hicimos daño”.

Reconocía además que “tenemos que darle mucha importancia a este punto. Veníamos de perder, volvimos a sumar y dejamos portería a cero ante el mejor ataque de la categoría. Un punto más y a seguir e intentar cerrar el año con un resultado positivo en Oviedo”.

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