El alcalde de Ourense no descansa tampoco en fin de semana. Mete la pata a diario y repite en domingo. Incluso con su deporte favorito y del que presume de llevar la bandera patina y avergüenza. Lo segundo es mucho peor que lo primero.
“El finalista olímpico de 800 metros, Adrián Ben, declina correr la San Martiño para no arriesgarse a perder ante la Recordwoman Kalkidan Gezahegne”. Twitter es una máquina de humillación masiva para Ourense cuando está en manos de su alcalde. Jácome se encargó de abochornarnos ante el mundo de atletismo con otra patinada gratuita. Su sin sentido de tratar de dar una relevancia que no necesita a la San Martiño incluyendo un reto absurdo y sexista intenta llevarlo adelante insistiendo en el error, aunque con ello no le importe faltarle al respeto a un deportista de élite e intocable como es el lucense. Ayer, algún ourensano trató de excusarse en nombre de la ciudad ante un atleta que, para colmo del absurdo, tampoco tiene descartado correr el domingo que viene en las calles de la ciudad.
Incluso a la intocable San Martiño es capaz de mancharla un alcalde que sigue sin tener ni idea de cómo siente su ciudad. Tampoco deportivamente. La apuesta por recuperar atletas de élite o de renombre puede ser tan válida como la de confiarlo todo a los “populares”, pero no a cualquier precio y mucho menos generando polémica.
