Con retraso, pero el proyecto prometido por el alcalde a los dos clubes implicados en la "fusión de O Couto" ya está negro sobre blanco. Diez puntos que sirven para ratificar lo que ya se sabía, que el Concello y el Ourense CF están dispuestos a todo por sacarlo adelante y que la última palabra la tendrán los socios de la UD Ourense.
Diez puntos que mezclan proyectos, buenas intenciones y contradicciones que siguen evidenciando lo complicado de la cuadratura del círculo que siguen buscando el alcalde y el club presidido por Camilo Díaz. "Nunca vamos a poner trabas para que crezca el fútbol ourensano. Para nosotros el proyecto es correcto. Siempre va a ser mejor sumar que dividir", asegura Díaz.
En los cinco primeros puntos se le dora la píldora al club rojillo señalándolo como "líder" de la fusión, destinatario de apoyos económicos e incluso de los mejores jugadores de los que disponga el Ourense CF.
Hasta ahí los piropos. Luego vienen puntos en los que, tajantemente, le dice a la UD Ourense que en 2021 tendría "obligatoriamente" que dejar de ser un club popular para ser una Sociedad Anónima Deportiva (SAD) y pasando además a ser de propiedad municipal.
Lo que no explica Jácome en el documento es que el Concello de Ourense ya es el propietario del 9% del accionariado del Ourense CF y que por ley, al poseer más del 5%, no puede tener participación en ninguna otra SAD.
Así, el punto 9 del documento sí da más pistas. Si el Ourense CF asciende a Segunda División B en el play off del mes de julio todo lo anterior se iría a la basura y el proyecto pasaría a girar sobre el club blanquinegro, que mantendría la SAD y el Concello tendría libertad para ampliar su participación.
Lo que no explica el documento es quién se haría cargo de los 650.000 euros de deuda que reconoce el club y que serían de obligado cumplimiento en este proyecto. La semana pasada Jacóme reconocía que el Concello asumiría la mitad de esa deuda, pero ahora vuelve a cambiar el discurso y asegura que el gasto correría a cargo de patrocinadores.
El último punto resume las "trampas" de un acuerdo al que teóricamente pretenden llegar las tres partes tras decir el propio alcalde que los diez representantes de la UD Ourense que se han reunido con él están a favor de la fusión. El acuerdo pone fecha tope a los socios de la UD Ourense para fusionar los clubes o descartar el proyecto. Es decir, tendrá que votar sin saber qué pasará con el acuerdo porque quedará supeditado al play off de ascenso.
Votarían a favor de la desaparición del club para que fuese absorbido por el Ourense CF si este último logra el ascenso. Suena inviable. Eso, o votar en contra y automáticamente descartar la fusión. Hacerla inviable. Las dos opciones llevan a la misma conclusión.
Contradicciones y falta de criterio en un proyecto que también tiene apartados en el que se habla de reformar un estadio de O Couto que pertenece a la Xunta de Galicia o incluso de fusionar los dos clubes de fútbol sala femenino cuando uno de ellos, el Cidade das Burgas, es independiente de los dos a los que incluye esta fusión.
