Pol Bueso, del Arenteiro, tras el susto del domingo: “Es como el KO de un boxeador”

Los servicios médicos introducen a Pol Bueno en la ambulancia.
photo_camera Los servicios médicos introducen a Pol Bueno en la ambulancia.
Pol Bueso, defensa del Arenteiro que abandonó el campo del Guijuelo en ambulancia tras un lance, afirma que “por suerte todo se quedó en un susto”

Corría el minuto 65 del partido entre el Guijuelo y el Arenteiro cuando el defensa del equipo verde Pol Bueso, tras realizar un despeje de cabeza, se desplomó sobre el campo. Rápidamente, fue atendido y, en ese momento, se paró el partido. Ante la tardanza en la llegada de una ambulancia para poder evacuarle, el colegiado García Rubio mandó a los dos equipos para vestuarios. Llovía con dureza y 20 minutos más tarde, cuando Pol Bueso abandonó el campo en el vehículo medicalizado, el terreno de juego estaba impracticable. Viendo que los dos equipos no se ponían de acuerdo, el árbitro decidió suspender el choque. 

El bravo defensa verde atendió la llamada de La Región, ya desde su domicilio en Pontevedra. “Ya estoy un poco mejor, pasaron 24 horas y, aunque el cuello me molesta bastante y si me levanto rápido tengo algo de mareo, gracias a Dios todo quedó en un susto”. 

Pol recuerda perfectamente como fue la jugada. “Vi venir un balón e intenté acomodar el cuerpo para despejarlo. Al hacerlo me caí y ya está. No estuve inconsciente en ningún momento y es verdad que yo escuchaba hablar a todos, pero, sobre todo al principio no podía hablar y tampoco mover las piernas ni los brazos”. 

Al final el diagnóstico fue un esguince cervical y como reconoce el defensa verde, “como me dijo el doctor es como el KO de un boxeador. El cuerpo en un acto reflejo se desconecta para protegerse y luego vuelve a resetearse”, y él en tono de broma recuerda que le dijo, “pues si me resetea igual estoy para jugar diez años más”. Y es que prefiere tomárselo con humor porque tiempo tuvo para pensar de todo. “No tengo ninguna queja de nadie. El trato fue excepcional tanto del médico del Guijuelo, como su fisio y el nuestro y luego en el hospital de Salamanca. Pero lo que si tengo muy claro es que no se puede estar 20 minutos tirado en el suelo como estuve yo porque si llega a ser algo grave estoy seguro de que ahora no estábamos hablando tú y yo”.

Tuvo tiempo para darle vueltas y lo primero que pedía era que “llamaran a mi mujer, que estaba en Pontevedra, y a mis padres que también estaban a más de mil kilómetros. Yo soy padre y no puedes evitar pensar en tus hijos. Yo no pretendo culpar a nadie, pero habrá que asumir responsabilidades y más que nada que sirva de precedente para que no le pase a nadie más”. Y va más lejos, “es algo que llevamos diciendo mucho tiempo. Los servicios médicos son imprescindibles y una ambulancia también. Repito, estuve 20 minutos en el suelo, lloviendo, tiritando y muerto de frío, y si llega a ser algo más grave no lo cuento”. Pero con su buen humor vuelve a reconocer que “yo lo que quería era ir para casa a estar con mi familia. Salí en taxi con nuestro fisio a la una de la mañana de Salamanca y llegamos a las seis a Pontevedra. Y se me hicieron bastante más largos los veinte minutos sobre el campo que las cinco horas de viaje”.

Ya pasado el susto, solo piensa en volver. “Por el momento tengo que estar tres o cuatro días de reposo y con precaución, pero ya me conocéis y yo no puedo estar parado. Tres días en casa y se me caen las paredes encima. Sé que tengo que estar tranquilo ir con calma y sin prisa, pero si por mí fuera te digo que el jueves estoy en A Uceira entrenando con mis compañeros”.

Pol Bueso sabe que eso no va a ser posible aunque a ganas nadie le supera. Por el momento, descanso y está pendiente de hacerle una resonancia para comprobar que todo va bien. El domingo animará a sus compañeros desde la grada en el derbi ante el Polvorín.

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