Deporte local
El Barbadás quiso, pero no pudo
En el día grande de Galicia, el Atlético Arnoia no olvidará jamás esta jornada histórica tras vencer, remontada incluida, por 3-2 al Cultural Areas e inscribir por primera vez su nombre entre los clubes de la nueva Tercera Federación. Al equipo de Juanjo Vilachá sólo le valía ganar para alcanzar el ascenso, pero la responsabilidad y el mes sin entrenar no fueron sus mejores aliados durante un primer tiempo en el que los nervios terminaron por atenazarlo.
La ansiedad del Arnoia facilitó la tarea de un Cultural Areas que llegó con 13 efectivos, pero lo más significativo es que en su formación inicial empleó a uno de sus porteros, Sergio, como improvisado delantero y no desentonó.
La primera ocasión clara fue local. La tuvo Senén dentro del área, pero remató fuerte y muy alto.
Los visitantes fueron tejiendo buenas acciones y dieron un aviso en una jugada embarullada dentro del área que acabó con un remate de Miguel desviado.
En tres minutos el panorama se le iba a complicar aún más a los arnoienses, que asistían impotentes a dos duros mazazos.
Nico Cuevas se filtró en el área por el sector izquierdo del ataque, madando un preciso pase para que Anxo, sobre la misma línea de gol, no tuviera más que empujar el balón para hacer el 0-1. El silencio en el campo de A Queixeira era absoluto y mucho más tras llegar el 0-2.
Una gran triangulación derivó en un pase a la banda por donde Zamo, libre de marca, sacó un potente disparo cruzado que se coló contra el palo derecho ante un Borja que atinó a ver el desenlace.
El pesimismo de los aficionados locales fue en aumento al ver que su equipo no daba síntomas de recuperación y que el rival cada vez que armaba el ataque ponía en serio peligro a la portería de los de O Ribeiro.
Más tarde, Zamo quiso sorprender desde lejos al adelantado guardameta Borja, pero por fortuna el balón se fue desviado. El único intento del Arnoia antes del descanso fue un cabezazo de Fabio que se marchó sobre el travesaño.
Los cambios
Al equipo pimentero le quedaban 45 minutos para darle la vuelta a la historia y comenzar a escribir lo que al final terminaría siendo una gran gesta.
Oli, en su último partido, y Obenza fueron los cambios que de inmediato obraron el comienzo de la remontada. Precisamente ellos dos armaron una buena posibilidad que terminó en un tiro de Oli que pasó cerca del palo derecho.
Poco después sería vital el primer tanto de los anfitriones, luego de una serie de rechaces en el área, incluido el de Álex, que aprovechó Senén con la ayuda involuntaria de un defensa poner el 1-2.
Con la entrada de Xoel y de seguido Luchi el Arnoia puso toda la carne en el asador y comenzó a descubrir la manera de llegar con más convicción al área contraria.
Fue así como dos viejos rockeros diseñaron el 2-2. Oli le ganó las espaldas a su marcador y su pase atrás lo resolvió Luchi con gran veteranía y oficio.
A pesar de verse por momentos acorralado, el Cultural Areas no renunció a su estilo de jugar el balón a ras del suelo, con un Víctor como director de orquesta bien acompañado por Zamo y las fulgurantes apariciones del lateral Osky.
El tercer gol local estaba cerca de consumarse y lo tuvo Oli, que recibió una perfecta asistencia que lo dejó cara a cara con el portero, pero no estuvo muy fino para resolver. Tocaba seguir esperando.
Borja y Luchi
La tensión se cortaba, pero hubo dos momentos clave para el devenir del encuentro. Los pontevedreses orquestaron una gran ocasión. Centro de Víctor que Sergio cedió de cabeza a Zamo cuyo potente remate encontró la espectacular intervención de Borja, echando al córner.
El que no iba a desperdiciar su enésima situación para marcar fue el máximo goleador de la historia del Arnoia, Luchi. Primero vio como Álex le sacaba un cabezazo a bocajarro y a continuación, en una explosiva contra, recibió un gran pase atrás de Xoel para consumar la remontada con el definitivo 3-2.
Los minutos restantes se hicieron eternos. La gente pedía la hora y los jugadores buscaban conservar el balón ante un Cultural Areas que moría con las botas puestas y asistía a la consagración de un Arnoia que, con 52 años de vida y luego de un mes incierto, alcanza por vez primera la Tercera.
