Rubén García: "Sufrí y lo pasé muy mal"

Rubén García Martínez es toda una institución en el fútbol de Valdeorras. Dejó muy pronto su tierra para abrirse camino en el mundo del fútbol y tras muchas temporadas como profesional, regresó para poner el punto y final a su carrera. De eso hace ya varios años, pero la cuerda parece no acabársele. Ahora, a punto de cumplir 40 años( los hace el próximo 6 de diciembre) una grave lesión estuvo a punto de precipitar la marcha. Por suerte no fue así y el pasado sábado regresó en el derbi ante el Ourense CF tras estar diez meses parado y sufrir tres operaciones. Rubén García tiene las fechas del último año presentes en su memoria y no duda en recordarlas: "Me rompí el tres de enero y me operé el 10 de febrero. Todo iba muy bien, pero apareció una bacteria de quirófano y se torció la cosa. Me volví operar el 29 de marzo y de nuevo otra vez a los tres días". Y todo eso con 39 años y dando los últimos coletazos. Por eso reconoce Rubén que "lo primero que piensas es que se acabó. Ya cuando me lesioné, pensé en dejarlo, por la edad, la recuperación...pero cuando iba cumpliendo plazos la gente cercana me animaba y poco a poco me fui haciendo a la idea de que lo mismo podría volver a jugar". Aunque no duda en afirmar que "lo pasé mal y cuando me operé la tercera vez reconozco que pasé miedo y piensas en el futuro, ya no para volver al deporte de competición, pero al menos para hacer vida normal y poder jugar una pachanga con los amigos. Por suerte, luego de sufrir mucho y hacer muchas horas de recuperación todo salió bien incluso antes de lo previsto. Y mucha culpa la tuvo el doctor Adrián Gallego Goyanes "al que le estaré eternamente agradecido lo que hizo conmigo, sin conocerme de nada fue la "hostia". Mucha culpa de que vuelva a estar jugando es de él, sin duda". Total, que el pasado sábado estaba en el banquillo y el técnico Javi Rey le manda calentar, y pese a su edad y los cientos de partidos que lleva a sus espaldas "te pones nervioso. Estaba calentando con Óscar Martín, nos llamó a los dos y es verdad que te entra un cosquilleo. Cuando iba a entrar la gente me cantó, y te emocionas. Es verdad que al salir al campo ya me tranquilice porque desde dentro ya lo ves de otra forma". Y una vez finalizado el partido qué pasa por su cabeza: "Que todo el trabajo que hiciste para recuperarte, que fue muy duro, mereció la pena. Y también que después de toda una vida dedicada al fútbol no me podía ir así, tenía que hacerlo en un campo y disfrutando como hice siempre". Ahora mira el futuro y sabe que la retirada está cerca por eso tiene claro que "mi único objetivo es acabar bien y no arrastrarme en un campo. A partir de ese día necesito desconectar y hacer otras cosas diferentes. Luego si el cuerpo me pide volver al fútbol, ya se verá". Aunque si que le gustaría "poder marcharme con un ascenso del equipo. Sería el mejor regalo que me podía dar el fútbol, la guinda a toda una carrera. Es verdad que en la pandemia ya jugamos una promoción pero fue muy rara" y reconoce que lo ve factible, "el equipo tiene muy buena pinta. Entrena muy bien, con intensidad, compromiso y aunque empezamos muy bien, ahora estamos en una mala racha, pero esto es muy largo y seguro que volvemos más pronto que tarde a estar peleando por las primeras posiciones de la tabla".