San Viana no fue suficiente para el Velle

Sostenido por la fe y sobre todo por el guardameta, el Velle terminó cediendo ante un Pontellas que desperdició un penalti y sobre todo desencadenó una tormenta en tres, cuatro minutos con la que se llevó el partido. No lo cerró, con lo que vivió hasta el final en el alambre, tanto que un defensor tuvo que sacar bajo palos el balón que suponía el empate. No llegó, los ourensanos deberán seguir esperando por una victoria que persiguen desde el 10 de octubre, una mala racha que ya se llevó a Sabucedo por delante y que el nuevo entrenador no consigue superar.

Las dos primeras aproximaciones a las porterías acabaron con la pelota en la red. Golpearon primero los pontevedreses, con una pelota que Javi Alonso filtró para la entrada de Yago González, que remató con solvencia. Se jugaba el minuto 13. Seis después, Caneiro transformó una falta un par de pasos más atrás de la frontal. Impecable, el vuelo del portero solo le sirvió para salir en la foto. En pleno desparrame apareció de nuevo el visitante Yago, tan veterano como determinante. Controló mitad con el pecho mitad con el brazo una pelota que venía desde la izquierda y a la hora de disparar fue arrollado por un defensor. Penalti, que Viana detuvo estirándose todo lo que daba de sí junto al palo derecho.

Poco más apareció el Velle por el área porriñesa. Con todo, un intento de sombrerito de Tensi sobre Raúl acabó con el local enfilando la portería. Corrigió Edu, inmenso para sofocar el conato de incendio. También incordió en ataque, el cabezazo al filo del descanso se le fue por medio dedo.

En la segunda parte, el Pontellas inclinó el campo a su favor. Poco a poco, sin prisa pero sin pausa. Viana sacó el pelotazo de Yago, Raúl respondió con un zurdazo que se perdió cerca del poste. Los dos intentaban golpear, solo que la sensación era que los visitantes tenían más arsenal. Apareció Edu, de nuevo, para cabecear fuera una pelota que atacó completamente solo.

Coincidiendo con la metereológica se desató una tormenta en el último cuarto de hora que se llevó al Velle por delante. La inició Raúl acabando desde la frontal un rechace a la salida de un saque de esquina, la continuó Calo anticipándose a los defensores para firmar el 1-2, prosiguió con Viana sacando junto a la escuadra una pelota que cambió de rumbo tras tocar en un defensor y acabó con Sergio negándole bajo los palos el doblete a Calo, un delantero con un aire a Arda Turan, el turco que hizo carrera en el Atlético y ruina en el Barcelona.

Como llegó se fue, la tormenta, dejando a Viana mascullando -”me remata solo, cojones”-. No salió el sol pero sí dejó de llover, con lo que el Velle se dio cuenta que muerto no estaba. Siguió apelando a la fe y superado el noventa únicamente la intervención de un defensor le dejó sin sumar.

Diciembre tampoco empezó bien pero la liga acelera y no será necesario esperar una semana para tener la oportunidad de enderezar el rumbo. Sin tiempo para lamentos, el Caselas espera, el miércoles.