Quino Muñoz capeó sin apenas problemas una junta escasa en asistencia y repetitiva en gestos

Tranquila, sí... pero menos

Quino Muñoz, seguido por Casiano, se detiene a hablar con un accionista antes de la junta.
La que en principio se presumía como junta ordinaria ’tranquila’ -eso sí con las intervenciones de prácticamente los de siempre, con prácticamente los mismos argumentos de siempre-, se veía ayer trastocada con la revisión y rectificación posterior por parte del Consejo del balance de cuentas anuales.

Antes, desde las 10,15 de la fría mañana ourensana, Quino Muñoz afrontó la que era su cuarta cita ante los accionistas o, al menos, con alguno de ellos. 30 fueron los osados -30 si a los asistentes se suman medios de comunicación, empleados del club y los tres integrantes de la mesa de presidencia-; 40 los minutos que Quino Muñoz empleó en exposición de cuentas, balance y memoria, aprobación de ampliación de capital, informe de ceses y entrada de nuevos consejeros...; siete los accionistas que hicieron uso de su derecho a preguntar al presidente; uno -fijo ya en el turno- que quiso repetir y finalmente no pudo; cinco los consejeros que ya no están; tres los que llegan... y -4 en el exterior los grados en los termómetros más optimistas cuando los primeros accionistas hacían buena su acreditación para acceder a la sala.

Manuel Rois y un accionista minoritario, a los que se unía en esta ocasión José Antonio Mourelo, acapararon buena parte del turno de intervenciones hacia el presidente. El primero, de los más madrugadores y acompañado de abundante documentación -’es que tengo después un examen en la Universidad’, decía antes de entrar en la salademandó explicaciones sobre éxito en los recursos arbitrales, trato a los empleados, contratos a su juicio poco transparentes con jugadores y convenios de patrocinio. El segundo, que advertía del error en las cuentas, recibió varias advertencias de un Quino Muñoz que no perdió la compostura ante interrogantes que, por repetitivos, le acabaron dejando sin opción a réplica. El tercero, todo suavidad en su inicio para irse ’calentando’ a medida que avanzaba en sus explicaciones, demandó el reconocimiento de una deuda no contemplada en el reciente procedimiento concursal y explicada por el presidente y abogado del procedimiento, el valdeorrés Paco Prada.


Te puede interesar