Los problemas para Contador comenzaron nada más ganar el madrileño su tercer Tour de Francia, el 21 de julio de 2010

18 meses de pesadilla

Alberto Contador, el pasado domingo durante la Challenge Mallorca. (Foto: MONTSE T. DÍEZ)
La peor pesadilla en la carrera de Alberto Contador añadió este lunes el escenario más perjudicial, la decisión del TAS de suspenderle dos años por haber dado positivo por clembuterol en el Tour de Francia de 2010.
El largo proceso, lleno de incertidumbres, contradicciones y aplazamientos, surgió el 21 de julio de 2010, cuando Contador dio positivo por clembuterol en el Tour de Francia, en un control efectuado en la jornada de descanso previa a los Pirineos.

Después de haber ganado ese Tour y fichar por el equipo danés Saxo Bank, Contador recibió de la Unión Ciclista Internacional (UCI) la notificación de un positivo por una cantidad ínfima de clembuterol (50 picogramos). La noticia saltó merced a una filtración del laboratorio de Colonia. Hasta el 30 de septiembre no llegó la suspensión cautelar. Así lo anunció la UCI después de desvelar que el positivo procedía del control realizado en julio.

Contador se defendió con el argumento de que todo se debía a una 'contaminación alimentaria' por ingesta de carne de vacuno presuntamente tratada con clembuterol.

La UCI solicita a la Federación española que le abra un procedimiento disciplinario al corredor y el 26 de enero de 2011, el organismo federativo propone la sanción de un año. Pero el 15 de febrero, el caso toma un giro decisivo, cuando la Federación española archiva el expediente y absuelve al ciclista.

La decisión de la Española tuvo respuesta en la UCI y en la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que anuncian que presentarían recurso ante el TAS contra la absolución. El recurso de la UCI llegó al TAS, que anunció que esperaba resolver la disputa antes de finales del mes de junio. Entretanto, Contador gana el Giro.

Después de diversos cambios, la fecha para la audiencia en el TAS se fija para el 21 de noviembre y se conocen los nombres de los jueces del caso, con el israelí Barak como presidente del Tribunal.

La audiencia tuvo lugar en medio de una enorme expectación. Una auténtica batalla entre expertos en leyes y científicos, en la que también prestaron sus testimonios compañeros de Contador y el carnicero de Irún y se utilizó el polígrafo.

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