La expedición del Valencia aterrizó con la Copa del Rey conquistada en Madrid y en un pis pas se marcharon.
La expedición del Valencia aterrizó en el aeropuerto de Manises con la Copa del Rey conquistada en Madrid, y en la pista de aterrizaje, los futbolistas subieron al autobús sin la más mínima celebración con el centenar de aficionados que esperaban.
El avión llegó puntual, unos minutos antes de las doce del mediodía, y en la pista sólo se encontraban medios de comunicación, agentes de los cuerpos de seguridad del Estado y algunos de los operarios del aeródromo, que aprovecharon para hacerse unas fotos con los jugadores.
Koeman fue el primero en descender del avión y el capitán, Baraja, el último, el vallisoletano con el trofeo, aunque en tierra fue ayudado por el utillero para transportarlo hasta el autobús.
A la salida del autocar de la pista, un centenar de aficionados corearon el nombre de su equipo y cantaron el tradicional sí, sí, la Copa ya está aquí y el ya habitual en Valencia Koeman vete ya, aunque en esta ocasión adornado con un gracias por todo.
Como gesto de consideración a los aficionados, el autobús dio una vuelta a la rotonda de salida de la pista de aterrizaje del aeropuerto para que los seguidores pudieran saludar a los integrantes de la expedición valenciana.
Después del partido del miércoles, la plantilla del Valencia decidió el aplazamiento de los festejos por el título de Copa del Rey debido al mal momento que atraviesa el conjunto de Mestalla en Liga, situado a cinco puntos del descenso a Segunda división.
Esta situación en el campeonato liguero motivó que Rubén Baraja, como capitán, dijese que hasta que el equipo no alcance la tranquilidad en esta competición no habría festejos.
Ni autobús ni ofrenda De este modo, el Valencia aplazaba las tradicionales visitas al Ayuntamiento y a la Generalitat, el recorrido en autobús turístico o la ofrenda de la Copa a la Virgen de los Desamparados, patrona de la ciudad.
El avión llegó puntual, unos minutos antes de las doce del mediodía, y en la pista sólo se encontraban medios de comunicación, agentes de los cuerpos de seguridad del Estado y algunos de los operarios del aeródromo, que aprovecharon para hacerse unas fotos con los jugadores.
Koeman fue el primero en descender del avión y el capitán, Baraja, el último, el vallisoletano con el trofeo, aunque en tierra fue ayudado por el utillero para transportarlo hasta el autobús.
A la salida del autocar de la pista, un centenar de aficionados corearon el nombre de su equipo y cantaron el tradicional sí, sí, la Copa ya está aquí y el ya habitual en Valencia Koeman vete ya, aunque en esta ocasión adornado con un gracias por todo.
Como gesto de consideración a los aficionados, el autobús dio una vuelta a la rotonda de salida de la pista de aterrizaje del aeropuerto para que los seguidores pudieran saludar a los integrantes de la expedición valenciana.
Después del partido del miércoles, la plantilla del Valencia decidió el aplazamiento de los festejos por el título de Copa del Rey debido al mal momento que atraviesa el conjunto de Mestalla en Liga, situado a cinco puntos del descenso a Segunda división.
Esta situación en el campeonato liguero motivó que Rubén Baraja, como capitán, dijese que hasta que el equipo no alcance la tranquilidad en esta competición no habría festejos.
Ni autobús ni ofrenda De este modo, el Valencia aplazaba las tradicionales visitas al Ayuntamiento y a la Generalitat, el recorrido en autobús turístico o la ofrenda de la Copa a la Virgen de los Desamparados, patrona de la ciudad.
