Los errores del pasado condenan a Portugal a una nueva repesca

Cristiano Ronaldo tras la derrota ante Dinamarca (Foto: EFE)
La ausencia crónica de un ariete goleador y de un medio creativo y una alarmante falta de concentración vuelven a arrastrar a la selección de Portugal, una de las favoritas a los grandes títulos, a una nueva repesca de una fase final.
La estrepitosa derrota de los lusos ante Dinamarca (2-1) les relegó anoche al segundo puesto del grupo H y les dejó como la única de las grandes selecciones continentales en jugarse su pase al europeo del 2012 en una eliminatoria a cara o cruz.

De este modo, la incertidumbre de la repesca regresa al horizonte de los portugueses dos años después de la disputada, con éxito, ante Bosnia para acceder al Mundial del 2010.

'¿Qué le ocurrió a la Portugal de Cristiano Ronaldo y Nani cuando tenían todo a favor para terminar primeros de grupo?', se interrogan muchos aficionados lusos.

En declaraciones a EFE, el entrenador del Sporting de Braga, Leonardo Jardim, atribuyó la decepcionante exhibición en Copenhague a la incapacidad de realizar 'transiciones ofensivas de calidad' y de gobernar el juego desde el medio del campo.

'En otros partidos, Portugal había dado una respuesta positiva, hubo también una caída de rendimiento', justificó Jardim, considerado uno de los técnicos lusos más prometedores.

Aparte de las razones circunstanciales, existen también motivos estructurales que afectan hace años a la selección de 'las quinas'.

Sin medios creativos como el luso-brasileño Deco o Tiago, ambos retirados del combinado nacional desde el año pasado, Joao Moutinho y Raúl Meireles son dos jugadores fiables, pero no tienen ese último pase de sus antecesores.

Jardim detectó también otro mal endémico en Portugal: un ariete goleador que culmine lo creado por sus dos extremos de primera fila, Cristiano y Nani.

'Menos Eusébio (legendario jugador portugués de los 60 y 70), nunca tuvimos grandes delanteros, siempre grandes extremos, pero en términos de arietes no hemos tenido', reconoció.

Desde que acabase la era Pauleta (1997-2006), Hugo Almeida (Besiktas) y Hélder Postiga (Zaragoza) no han logrado llenar ese vacío. Tampoco Liédson da Silva, el brasileño nacionalizado portugués por Carlos Queiroz para la fase clasificación del Mundial de 2010.

El entrenador del subcampeón de la Liga Europa defendió, no obstante, las opciones del seleccionador, Paulo Bento, tanto en los jugadores -'no tenemos mejores que los que ya están'- como en el sistema táctico, el 4-3-3, puesto que es el que 'más conviene' de acuerdo con las características de los actuales internacionales.

'El 4-3-3 potencia a nuestros mejores jugadores: Nani y Cristiano y a un medio campo con Moutinho y Meireles', expresó.

Sin embargo, esta vez el sector defensivo ha sido el principal blanco de las críticas. Con Fábio Coentrao y Pepe lesionados y Ricardo Carvalho apartado por su conflicto personal con Bento, las prestaciones de la retaguardia decepcionaron en los dos últimos partidos oficiales.

Los tres goles encajados ante la bisoña Islandia y los dos ante Dinamarca -que podían haber sido más sin las grandes intervenciones del portero Rui Patrício- son un nuevo motivo de reflexión para el cuerpo técnico luso.

'Tendrá que superar esos problemas para la repesca', constató Jardim, quien se mostró seguro de la clasificación de la selección lusa, presente en las últimas seis fases finales de Mundiales y Europeos.

La venenosa Bosnia, de nuevo, y la fogosa Turquía se unen a Montenegro y Estonia, apriori los más sencillos, como los posibles rivales del sorteo de mañana.

A pesar de la decepción reinante, Bento, que heredó una convulsa selección después de la polémica dirección de Queiroz (2008-2010), certificó que el ánimo seguirá en alto y ha prometido la 'misma creencia y convección' que le llevó a ganar los únicos cinco partidos oficiales que había disputado hasta ayer.

Te puede interesar