David Ferrer no falló, venció a John Isner por 6-7, 6-3, 6-4 y 6-2 y selló el pase de España a su novena final de la Copa Davis después de derrotar a Estados Unidos en Gijón por 3-1. El rival será la República Checa, a domicilio, en noviembre, que venció a Argentina igualmente por 3-1.
Cumpliendo con su condición de quinto jugador del mundo a Ferrer no le tembló el pulso, y a pesar de ceder el primer parcial en el desempate, ante un rival que jugó de forma arrolladora en este juego corto, consiguiendo cuatro de sus 16 saques directos, el alicantino se sobrepuso y logró la cuarta victoria sobre el americano en cinco encuentros.
El juego explosivo de Isner, décimo jugador del mundo, se diluyó rápidamente. Su cañón al servicio se apagó ante los restos de Ferrer, que una vez más, después de la eliminatoria de Austin (Texas), bajo techo y cemento el año pasado, donde superó a Mardy Fish en el cuarto partido, también cerró el paso, en Gijón, al conjunto de Jim Courier.
Las cuatro horas y 15 minutos de desgaste que Almagro le mantuvo en pista fueron demasiado castigo para Isner, que se enfrentaba con las piernas más veloces y consistentes del circuito, capaces de perseguir hasta la bola más inalcanzable.
La raqueta con la que Ferrer liquidó a Isner acabó en manos del público, cuando David logró, a la segunda oportunidad, cerrar el partido tras un revés fallido del gigante de Greensboro que acabó en el campo de dobles.
Tras derrotar a Estados Unidos, España ha ampliado el número de victorias seguidas en casa a 24, acercándose al récord de Italia de 28, logrado entre 1949 y 1964.
El juego explosivo de Isner, décimo jugador del mundo, se diluyó rápidamente. Su cañón al servicio se apagó ante los restos de Ferrer, que una vez más, después de la eliminatoria de Austin (Texas), bajo techo y cemento el año pasado, donde superó a Mardy Fish en el cuarto partido, también cerró el paso, en Gijón, al conjunto de Jim Courier.
Las cuatro horas y 15 minutos de desgaste que Almagro le mantuvo en pista fueron demasiado castigo para Isner, que se enfrentaba con las piernas más veloces y consistentes del circuito, capaces de perseguir hasta la bola más inalcanzable.
La raqueta con la que Ferrer liquidó a Isner acabó en manos del público, cuando David logró, a la segunda oportunidad, cerrar el partido tras un revés fallido del gigante de Greensboro que acabó en el campo de dobles.
Tras derrotar a Estados Unidos, España ha ampliado el número de victorias seguidas en casa a 24, acercándose al récord de Italia de 28, logrado entre 1949 y 1964.
