Trashorras reconoce que la pelea se inició entre Notario y él y exculpa a su compañero

“No fue Catalá, fui yo”

El lucense Trashorras asume que él fue protagonista, pero asegura que no golpeó a nadie. Foto: j.v. landín
Roberto Trashorras tuvo ayer un gesto que le honra: salir ‘motu proprio’ a reconocer públicamente que los protagonistas del ‘rifi-rafe’ fueron él y Notario, exculpando así al sancionado Catalá. Su explicación —quizás un poco tardía— incluye la acusación al ex meta céltico como incitador. Además, el de Rábade asume las posibles consecuencias.
Roberto Trashorras dio ayer un paso al frente para reconocer que el protagonista céltico de la pelea —’rifi-rafe’, a su modo de ver— fue él y no Catalá. Cuentas pendientes entre su persona y Notario fueron el caldo de cultivo y el ex meta celeste el que prendió el fuego, según su versión. ‘Fue una cosa entre Notario y yo, un rifi-rafe. Me estaban esperando y son situaciones lógicas del fútbol. Se montó un poco de jaleo. Fueron cosas pendientes entre mi persona y Notario. Catalá sólo quería separar y me parece injusto que se le castigue’, relata. E incide sobre esta última idea acerca del sancionado central: ‘Es completamente inocente. Me parece injusto que se le juzgue’. Rememora el de Rábade el momento: ‘Entro en el túnel sin ninguna intención de pelea. Notario y varios jugadores del Albacete se me encaran y me insultan. El tema fue entre Notario y yo. En ningún caso Catalá’, reitera. ‘Catalá en ningún momento tiene un rifi-rafe con Notario. Fui yo. Él sólo separaba’, repite por si no quedó claro. Y deja un recado: ‘Los árbitros llegan cuando todo había acabado’, por lo que es imposible que viesen nada. El jugador céltico valora negativamente la actitud de los futbolistas del Albacete, encabezados por Notario. ‘Si fue premeditado habría que preguntárselo a otros. Yo no doy puñetazos, sólo me intenté defender. No me lo esperaba y no es entendible en una persona de su edad y su carrera —por su ex compañero—. No me cabe en la cabeza. Tampoco le quiero dar demasiada importancia. Son cosas que pasan y seguirán pasando’, culmina. Sobre su relación con el portero catalán, apunta que ‘no soy una persona rencorosa. No tengo cuentas pendientes. Lo que pasa en el campo se queda allí’. Eso sí, aclara que en el transcurso del encuentro ‘no pasó nada raro. Son hechos lamentables, desagradables y barriobajeros’, califica.


Posibles consecuencias
Su confesión podría servir de argumento de defensa para Catalá y Trashorras lo deja en manos del club: ‘A lo mejor me perjudica decirlo, pero es lo más honrado y más justo. Ahora no pienso en eso. Pienso en ayudar a un compañero. Si me sancionan, sería una putada, pero por encima está ser honrado y honesto’. Horas antes de que hablase Competición, el mediapunta céltico deseaba que ‘entre los dos, que me sancionen a mí. Aunque tampoco lo entendería. No sería justo que nos castiguen a ninguno de los dos’, culmina. Fue el final de un discurso de asunción de culpas.

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