El Sporting de Braga portugués dio la gran sorpresa de la jornada europea al vencer en el Sánchez Pizjuán

El Sevilla se despide

Los jugadores portugueses celebran su segundo gol. (Foto: Juan Ferreras)
El Sporting de Braga dio la gran sorpresa de la jornada europea tras eliminar con solvencia a un Sevilla que partía como favorito, pero que resultó aniquilado por un rival de enjundia, liderado por el brasileño Rodrigo Lima, autor de tres goles decisivos para el club portugués.
El Sevilla volvió a caer en sus errores, con un fútbol muy alejado del de temporadas anteriores. Ayer mostró su peor cara, con un juego previsible frente a la mayor cohesión de su rival, un Sporting Braga que tuvo las ideas más claras.
No hubo muchas ocasiones claras en la primera mitad y, si bien el Sevilla tuvo una mayor posesión del balón, ésta resultó infructuosa, ante la contundencia y mejor disposición táctica de los portugueses.

Fue precisamente el conjunto luso el que tuvo la primera opción. En el minuto 14, Matheus ganó en velocidad a la defensa sevillista, pero su remate fue neutralizado por la cobertura andaluza.

En la tercera llegada, los 'Guerreros del Miño' se adelantaron con un lanzamiento que no retuvo Palop y aprovechó Matheus para establecer el 0-1. De ahí al final de la primera parte, fue un quiero y no puedo del conjunto andaluz, que se basó en el juego de Perotti, pero sin desbaratar la defensa del Sporting.

Sin renunciar al ataque

En la segunda mitad, el Sevilla pareció seguir más incisivo, pero el Sporting mantuvo su integridad y volvió a crear problemas Lima, que había salido poco antes, puso una diferencia casi con un inquietante 0-2, aunque a los 61 minutos Luis Fabiano, en un semifallo de Felipe, llevó la esperanza a la alicaída afición sevillista.

En el 84, en uno de los pocos errores de la zaga visitante, Navas logró un empate que hizo creer en el milagro, pero la eliminatoria quedó sentenciada poco después e a un marcador que quedó casi sentenciada acto seguido, con un nuevo tanto de Lima, que aún hizo más sangre seis minutos después (2-4). Ni siquiera, el gol del malí Frederic Kanouté, en el tiempo de prolongación, alivió un poco el desasosiego de una afición que se mostró muy crítica y que, en gran medida, abandondó el estadio antes del pitido final. El resultado deja al Sevilla fuera de la Champions y a su técnico muy cuestionado.

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