Los grandes bancos españoles propusieron participar en el llamado 'banco malo' aportando solo capital, y no activos inmobiliarios, ya queles generaría pérdidas y un problema de reputación. Las conversaciones con el Gobierno se intensificaron en los últimos días, dado que la futura sociedad de gestión de activos inmobiliarios debe estar en funcionamiento en menos de dos meses.
Existe además otro elemento de premura, como es la negativa que mostraron los fondos internacionales a participar en el capital del 'banco malo'. Entre las entidades internacionales que rechazaron el ofrecimiento, se encuentran Fortress Investment Group, Cerberus Capital Management y los fondos del grupo Goldman Sachs y Morgan Stanley. Esto hizo que Economía ejerza una mayor presión sobre la banca 'sana' para que apoye este nuevo instrumento, que debe contar al menos con un 51% de capital privado. Entre estas entidades están el Banco Santander y BBVA.
El presidente de BBVA, Francisco González, dijo que su entidad 'y todos los bancos fuertes estarán abiertos a participar en el banco malo', aunque distinguió entre la posibilidad de hacerlo con el traspaso de activos tóxicos o poniendo capital. Por contra, la banca fuerte es reticente a participar con la transferencia de activos inmobiliarios, como si se tratase de una entidad nacionalizada, porque ello supondría un estigma.
Además, los bancos no quieren que se aplique un descuento superior al que establecen las provisiones marcadas por las dos primeras reformas financieras de Rajoy y que deja una cobertura media para la cartera de préstamos al sector promotor y constructor (problemáticos y no problemáticos) del 4%.
El presidente de BBVA, Francisco González, dijo que su entidad 'y todos los bancos fuertes estarán abiertos a participar en el banco malo', aunque distinguió entre la posibilidad de hacerlo con el traspaso de activos tóxicos o poniendo capital. Por contra, la banca fuerte es reticente a participar con la transferencia de activos inmobiliarios, como si se tratase de una entidad nacionalizada, porque ello supondría un estigma.
Además, los bancos no quieren que se aplique un descuento superior al que establecen las provisiones marcadas por las dos primeras reformas financieras de Rajoy y que deja una cobertura media para la cartera de préstamos al sector promotor y constructor (problemáticos y no problemáticos) del 4%.
