Los últimos días del año, en este caso 2022, resultan claves a la hora de conseguir desgravaciones de cara a la declaración de la renta de 2023, al reducir la factura fiscal; teniendo en cuenta que deberían constar en toda declaración cada uno de los ingresos, gastos, rendimientos o donaciones del ejercicio fiscal, incluidas las operaciones con criptomonedas.
Dentro del fomento de la innovación, las personas de las que conste su participación en startups podrán lograr deducciones del 30% en su declaración de la renta. Del mismo modo, podrán lograr deducciones quienes cuenten con cuotas sindicales o hayan aportado a oenegés durante el curso.
Las donaciones solidarias son "recompensadas" por Hacienda: los primeros 150 euros donados cuentan con un 80% de deducción, y al superar este importe las aportaciones en este concepto siguen siendo recompensadas, pero con una rebaja menor, del 35%.
Y no solo las aportaciones a ONG se tienen en cuenta: también los pagos en diferentes conceptos a agrupaciones de todo tipo, incluidas las aportaciones a partidos políticos, que cuentan con una deducción del 20%; y las ayudas públicas para prestar ayuda después de tragedias humanas como la ocasionada con la erupción del volcán de La Palma están exentas del pago del IRPF.
Cabe destacar, dentro de la importancia concedida por las diferentes administradores a la eficiencia energética de las viviendas, que se puede reducir el pago de las obras de rehabilitación si se demuestra con documentación que las actuaciones acometidas ayudaron a mejorar de forma significativa la demanda de energía de las viviendas para su refrigeración o calefacción.
Otra opción reseñable es aportar a un plan de pensiones, lo cual revierte en importantes bonificaciones fiscales, si bien se han reducido: el anterior umbral máximo de 8.000 euros para disfrutar de bonificaciones ya se redujo a apenas 2.000 euros en 2021, y a 1.500 en 2022. No obstante, quien no haya alcanzado todavía dicho umbral puede aprovechar para llevar a cabo aportaciones a planes de pensiones durante las últimas semanas del año.
También se deben tener en cuenta las bonificaciones a contribuyentes que adquirieron su vivienda antes de 2013, y pueden seguir disfrutando de la desgravación por inversión en vivienda habitual.
