El primer ministro griego, Andonis Samarás, pidió ayer más tiempo para aplicar los nuevos ajustes para aliviar la situación económica del país y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, le contestó que se tomaría una decisión una vez la troika concluya su informe, declaró Juncker en una rueda de prensa en Atenas en la que compareció junto a Samarás.
El jefe del Eurogrupo declaró que Grecia debía seguir en el euro, y que una eventual salida del país heleno supondría un 'grave riesgo' para toda la eurozona. A pesar del apoyo a la permanencia de Grecia en la divisa común, Juncker aseguró: 'Debo decirles la verdad, Grecia está sufriendo una crisis de credibilidad'.
Esa crisis de credibilidad se debe a la falta de avances en algunos puntos acordados en el programa de ajuste, como el retraso en las privatizaciones y en mejorar la competitividad de la economía helena.
Esa crisis de credibilidad se debe a la falta de avances en algunos puntos acordados en el programa de ajuste, como el retraso en las privatizaciones y en mejorar la competitividad de la economía helena.