Unos 30.000 griegos se manifestaron contra las políticas de la canciller, que pidió más esfuerzos

Merkel ofrece apoyo a Grecia en medio de fuertes protestas

Unos manifestantes disfrazados como oficiales nazis protestan frente al Parlamento griego. (Foto: H. HANSCHKEL)
La canciller alemana, Angela Merkel, ofreció ayer en Atenas su apoyo al gobierno del conservador Andonis Samarás y a su programa de reformas y medidas de austeridad, mientras en la calle los griegos se manifestaban contra ambos mandatarios y sus políticas económicas.
Merkel llegó a una Atenas en gran parte bloqueada y protegida por la Policía, con más de 6.000 agentes y francotiradores desplegados por la ciudad para evitar incidentes y percances a la líder germana, cuya visita despertó a una gran expectación. El primer ministro heleno consideró esta visita como parte de su estrategia para recuperar la 'confianza internacional'. Y la mandataria alemana respondió valorando que 'cada día se están dando progresos', aunque recordó que no va a superarlos 'de la noche a la mañana' y que a otros países que tuvieron problemas 'les ha llevado décadas levantarse'.

Así, instó al Gobierno heleno a seguir con esos 'esfuerzos', en referencia las nuevas medidas de ahorro por valor de 13.500 millones de euros que debe aprobar para que el resto de los socios europeos accedan a conceder a Grecia un nuevo tramo de ayuda financiera.

Samarás aseguró que 'Grecia está decidida a llevar a cabo las reformas necesarias para acabar con la crisis', aunque pidió 'un poco de oxígeno', que la canciller accedió a otorgar en forma de nuevos fondos del Banco Europeo de Inversiones.


AYUDA FINANCIERA

Sin embargo, Merkel no quiso avanzar qué sucederá con el nuevo tramo de ayuda financiera, por valor de 31.500 millones, que Atenas espera recibir cuando apruebe las nuevas medidas.

Preguntada por ese asunto, la canciller germana dijo que hay que 'esperar al informe de la troika', que integran la Comisión Europea, el BCE y el FMI. Merkel reconoció además que si la recesión empeora en los Estados del sur de Europa, 'la próxima víctima será Alemania'. 'Tenemos una moneda común. Si a uno no le va bien, tampoco al otro le irá bien', sentenció.

En las calles del país, los griegos no recibieron con tanto entusiasmo a la jefa del gobierno alemán, a la que muchos consideran como la cabeza visible de las políticas de austeridad tan en boga en Europa.

Unos 30.000 griegos acudieron a la manifestación convocada por los principales sindicatos del país, GSEE y Adedy, junto a un paro laboral de tres horas.

Muchos portaban pancartas con duros mensajes como: 'La presencia de Merkel es una provocación al pueblo' o 'Fuera Merkel, abajo la troika' e incluso se quemaron banderas 'nazis'.

'Merkel tiene que entender que a los griegos, igual que a los españoles y los portugueses, se les debe permitir vivir', se quejó en declaraciones el pequeño empresario Grigoris Malamis, que asistió a la protesta junto a su mujer. 'Los impuestos y los precios se incrementaron. La gente ya no tiene dinero y la situación es por eso muy mala, pues nadie compra. Y creo que irá a peor', añadió.

Las protestas fueron en su mayoría pacíficas aunque se registraron disturbios de poca entidad cuando algunos grupos trataron de traspasar el perímetro de seguridad establecido por la Policía. Un portavoz de la Policía explicó que durante la jornada de ayer 193 personas fueron retenidas aunque finalmente sólo se hallaron cargos contra 13.

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