El Gobierno no esconde que prefiere pactar con los grupos que apoyaron la investidura de Sánchez
El Congreso será esta semana el escenario de las primeras negociaciones de los presupuestos, con una primera toma de contacto del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, con los partidos para sacar adelante unas cuentas que se consideran vitales para superar la crisis que ha dejado la pandemia. Respaldados por la inyección de los fondos europeos, los presupuestos llegarán a la Cámara en octubre y por eso el Ejecutivo se pone en marcha para conseguir el aval de los grupos parlamentarios, aunque el presidente, Pedro Sánchez, ya ha dado por hecho que contará con el apoyo suficiente.
En este primer tanteo y contando con “el tira y afloja” que se produce en cualquier negociación, el Gobierno prevé tener al final un apoyo al menos similar al que obtuvo en los presupuestos anteriores cuando consiguió el respaldo de once fuerzas políticas y 188 diputados, una mayoría de izquierdas superior incluso a la que obtuvo la investidura de Sánchez.
Las reuniones está previsto que comiencen mañana martes y ya hay alguna fijada, por ejemplo con Más País, y otros, como Joan Baldoví, de Compromís, ya adelantan sus prioridades: “Resolver el incumplimiento reiterado de la financiación valenciana y que las inversiones territorializadas se acerquen a nuestro peso poblacional, sobre el 10%”, dijo el parlamentario.
Algunos partidos políticos, entre ellos Ciudadanos, tienen claro su papel ante esta negociación, que es ninguno, puesto que han asegurado que no van a negociar nada con el Gobierno más allá de alguna enmienda parcial. Están convencidos de que éste ya lo tiene hecho con “sus socios separatistas y nacionalistas”. Y eso que presumen de que gracias a ellos en el proceso negociador de los Presupuestos del año pasado se consiguieron algunas rebajas fiscales pese a su voto en contra.
EL BLOQUE CONTRARIO
Entonces, Ciudadanos también se posicionaron en el bloque que votó en contra de las cuentas del Estado, aunque por motivos muy distintos. Además de CS votaron en contra el PP, Vox, el BNG, Coalición Canaria, Foro Asturias, UPN, Junts y la CUP.
Con la página aún en blanco, el Gobierno también tiene que negociar con su socio morado y salvar importantes escollos, como la regulación del precio de los alquileres o el salario mínimo vital, tal como apuntó el portavoz de Podemos, Pablo Echenique.
Si bien en esta semana parlamentaria se comenzará a hablar de presupuestos, y mucho, hay otras cuestiones destacadas que saldrán en el pleno, como la toma en consideración de la reforma del poder judicial planteada por el PP para que los jueces elijan a los jueces, una reforma que rechazan los partidos del Ejecutivo y que se debate cuando el bloqueo de la renovación de sus miembros va camino de los tres años.
Los socialistas, por otro lado, someten a la toma en consideración una reforma del Código Penal para penalizar el acoso a las mujeres que acuden a clínicas abortistas. También deberá explicar el Gobierno la mesa de reunión con el Govern.
La financiación autonómica, otro importante escollo que abordar
Otra de las citas clave de esta semana parlamentaria es la comparecencia el miércoles ante el pleno de la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, a petición de los grupos Plural y Mixto para que explique “el cambio repentino del Gobierno” sobre la reforma del sistema de financiación autonómico. Con este cambio, según estos grupos, se incumple el acuerdo de investidura y la moción aprobada en el Congreso de proponer un nuevo modelo de financiación antes de finalizar el año.
De este modo, la ministra Montero hablará de financiación autonómica en la Cámara Baja después de las nuevas discrepancias que exhibieron en declaraciones a los medios de comunicación desde la Comunidad Valenciana la ministra de Economía, Nadia Calviño, y la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, sobre la reforma del modelo. Mientras Calviño estableció como prioritario la aprobación de unos nuevos presupuestos, su compañera en el Gobierno de Unidas Podemos apremió a resolver primero el escollo de la financiación autonómica tal como piden sus socios de Compromis en el órdago que lanzaron a la ministra de Hacienda: “O cambian ya el sistema de financiación o cambiaremos de ministra”.
Mientras, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), y el de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig (PSOE), se reunirán por primera vez mañana martes con el objetivo de tejer una alianza que vaya más allá de sus siglas políticas para reformar el actual modelo de financiación autonómica.
