Nadie podrá acusar al rural gallego de bajar los brazos a pesar de la frondosa situación que se ve obligado a atravesar para contemplar el futuro con más optimismo.
A pocos meses de que se apruebe la nueva Política Agraria Común que fijará el marco de actuación entre 2014 y 2015, altos cargos y técnicos de la Comisión escucharon ayer las reivindicaciones de 25 representantes del campo gallego e incluso intercambiaron posturas en un seminario sobre la PAC organizado por el BNG, con la eurodiputada Ana Miranda como anfitriona de un encuentro que pretende que en Bruselas conozcan la realidad de Galicia sin tamices antes de tomar una decisión trascendental. 'Hai tempo para cambiar as cousas e estamos nun momento decisivo', afirmó una esperanzada Miranda.
Aunque es cierto que se ha superado la etapa de la filosofía para pasar a poner las comas a la norma, del cruce de reclamaciones de la expedición gallega y las explicaciones de la Comisión, se puede inferir que en Bruselas, por el momento, no son partidarios de atender a reclamaciones trascendentales para los sectores lácteo y vitivinícola.
Así, mientras Luis Carazo, jefe de la Unidad de Productos Animales de la Dirección Xeral de Agricultura, animaba a la industria láctea a elaborar productos que aporten valor añadido como quesos o yogures en vez de meter la leche en cartones, Jesús Zorrilla, jefe de la Unidad de Vino, Alcohol, Tabaco y Lúpulos, abría la puerta a que se siembren nuevos viñedos para la elaboración de vinos a granel, postura que censuraron varios productores con contundencia. Su petición redundó en que se mantengan los derechos de plantación para evitar que una multinacional termine con una producción familiar que alimenta a más de 400 bodegas con vinos de reconocida calidad. Guillermo Fernández, gerente de la bodega Condes de Albarei, también reclamó ayudas para 'la internacionalización y para la promoción en mercados como el europeo'.
'¿Vamos a dejar que una multinacional se vaya a Chile para hacer vino a granel y perder un centenar de puestos de trabajo?', preguntó de manera retórica Zorrilla' para justificar la intención de liberar los derechos de plantación.
El sector lácteo está pasando por un momento de más sombras que el vitivinícola, como se encargaron de explicar tanto Edelmiro López, doctor en Ciencias Económicas, como Antonio Oca, exdirector xeral da Xunta. En la reforma de la PAC, el rural gallego no es partidario de que se unifique el pago de ayudas por hectáreas, ya que sale perjudicado respecto a las grandes explotaciones. Así, mientras en una explotación lechera de unas 50 vacas se percibe unos 80 euros, los grandes latifundistas, incluso con la nueva PAC, podrían llegar a percibir un máximo de 300.000 euros.
Otro de los temas candentes es la confirmación de que en el 2015 desaparecerá el sistema de cuotas lácteas. Los productores gallegos exigen un fondo que compense la compra de cuota que tuvieron que realizar, ya que sólo el desembolso entre 2003 y 2007 ascendió a 150 millones y hay muchos ganaderos que siguen pagando créditos. 'Ahora temos uns papeis que non valen nada', denunció Xurxo Álvarez, presidente de Fruga.
Europa ha escuchado sin sordina al rural gallego. 'Agora é o momento de que o Goberno faga forza', animó Ana Miranda.
Aunque es cierto que se ha superado la etapa de la filosofía para pasar a poner las comas a la norma, del cruce de reclamaciones de la expedición gallega y las explicaciones de la Comisión, se puede inferir que en Bruselas, por el momento, no son partidarios de atender a reclamaciones trascendentales para los sectores lácteo y vitivinícola.
Así, mientras Luis Carazo, jefe de la Unidad de Productos Animales de la Dirección Xeral de Agricultura, animaba a la industria láctea a elaborar productos que aporten valor añadido como quesos o yogures en vez de meter la leche en cartones, Jesús Zorrilla, jefe de la Unidad de Vino, Alcohol, Tabaco y Lúpulos, abría la puerta a que se siembren nuevos viñedos para la elaboración de vinos a granel, postura que censuraron varios productores con contundencia. Su petición redundó en que se mantengan los derechos de plantación para evitar que una multinacional termine con una producción familiar que alimenta a más de 400 bodegas con vinos de reconocida calidad. Guillermo Fernández, gerente de la bodega Condes de Albarei, también reclamó ayudas para 'la internacionalización y para la promoción en mercados como el europeo'.
'¿Vamos a dejar que una multinacional se vaya a Chile para hacer vino a granel y perder un centenar de puestos de trabajo?', preguntó de manera retórica Zorrilla' para justificar la intención de liberar los derechos de plantación.
El sector lácteo está pasando por un momento de más sombras que el vitivinícola, como se encargaron de explicar tanto Edelmiro López, doctor en Ciencias Económicas, como Antonio Oca, exdirector xeral da Xunta. En la reforma de la PAC, el rural gallego no es partidario de que se unifique el pago de ayudas por hectáreas, ya que sale perjudicado respecto a las grandes explotaciones. Así, mientras en una explotación lechera de unas 50 vacas se percibe unos 80 euros, los grandes latifundistas, incluso con la nueva PAC, podrían llegar a percibir un máximo de 300.000 euros.
Otro de los temas candentes es la confirmación de que en el 2015 desaparecerá el sistema de cuotas lácteas. Los productores gallegos exigen un fondo que compense la compra de cuota que tuvieron que realizar, ya que sólo el desembolso entre 2003 y 2007 ascendió a 150 millones y hay muchos ganaderos que siguen pagando créditos. 'Ahora temos uns papeis que non valen nada', denunció Xurxo Álvarez, presidente de Fruga.
Europa ha escuchado sin sordina al rural gallego. 'Agora é o momento de que o Goberno faga forza', animó Ana Miranda.
