La industria auxiliar se queda a medio gas por la parada de producción en Balaídos y de otras plantas como Opel
Cerca de 70.000 coches sin fabricar. Es la factura que arroja la crisis de los microchips en Stellantis Vigo y que, con toda probabilidad, irá ‘in crescendo’. “Las previsiones apuntan a que seguirán experimentándose interrupciones en la producción de vehículos y la situación no empezará estabilizarse hasta el segundo trimestre de 2022”, indica el Clúster de Automoción de Galicia (Ceaga) en referencia a la situación en toda Europa, donde se perdieron en lo que va de año 1,4 millones de coches por la escasez de los semiconductores y 5,6 millones en todo el mundo.
Sólo esta semana la planta de Balaídos dejará de ensamblar algo más de 13.000 coches ya que no tendrá nada de actividad hasta el y la plantilla, más de 7.000 trabajadores, se irá al ERTE en su gran mayoría.
Este parón, junto con el de otras fábricas en España como la de Opel Zaragoza, deja a medio gas a toda la industria auxiliar gallega de la automoción. Junto con Vigo y Zaragoza -ambas del Grupo Stellantis-, Seat Martorell (Barcelona) se vio afectada puntualmente la semana pasada, Ford Almussafes (Valencia) volvió ayer tras el parón vacacional y la planta de Mercedes en Vitoria retomó este lunes tras un mes parada por la falta de piezas. A nivel internacional, Toyota anunció una reducción de la producción de más de un 40% a partir de septiembre y Grupo Volkswagen paralizó temporalmente la producción de uno de sus vehículos eléctricos y no descarta hacer lo mismo con otros modelos en los próximos meses, según informó la compañía a la agencia Reuters en una entrevista.
La falta de componentes que llevan incorporados chips llevó a la fábrica viguesa a realizar cerca de 80 paradas de algún tipo (entre totales y parciales) en lo que va de año, contando la de esta semana que será completa, por lo que no se fabricará ni un sólo coche. La compañía espera poder retomar el trabajo el próximo lunes día 30 y las previsiones para septiembre se mantienen con un nivel muy alto de actividad a un ritmo de 2.200 coches al día (el tope máximo es de 2.300) y los cuatro turnos en funcionamiento si hay piezas disponibles.
Críticas por el descontrol y el “uso abusivo” del ERTE
En el seno de la plantilla de Stellantis Vigo hay un profundo malestar por las continuas paradas de producción en los últimos meses, algunas de manera inesperada como la de esta semana, justo después de volver de vacaciones. El sindicato CIG critica la actitud “abusiva” del ERTE y que se hagan paradas mientras la planta funciona a su máxima capacidad con cuatro turnos. Así, propone la creación de una bolsa de empleo con el personal eventual con preferencia de entrada por orden de antigüedad en el momento en el que la situación se reconduzca. La CUT, por su parte, lamenta la “ineficacia” de la empresa por no tener previsión de piezas tras tres semanas de vacaciones.
