Los representantes de los Veintisiete pretenden evitar crisis financieras

La UE aprueba endurecer su política presupuestaria

Los líderes de la UE abrieron ayer la vía a una reforma limitada del Tratado de Lisboa para dotar a la zona euro de un mecanismo permanente de estabilización financiera que permita hacer frente a crisis graves de solvencia como la que afectó a Grecia esta primavera. Según explicó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el compromiso logrado por los Veintisiete es doble. 'Nos hemos puesto de acuerdo sobre el principio de que hace falta un mecanismo permanente (de resolución de crisis) y de que, para ello, es preciso una modificación limitada de los tratados', resumió el presidente europeo.
Los socios europeos respaldaron, así, la petición franco-alemana de revisar el Tratado con el fin de proporcionar el mayor blindaje jurídico a un nuevo instrumento permanente de estabilización de la Eurozona. Aunque los gobiernos europeos van a endurecer sus normas de disciplina presupuestaria, no descartan que puedan ocurrir 'sorpresas' y que sea necesario en un futuro acudir en ayuda de un estado incapaz de financiarse de manera normal. Si eso ocurriera, no quieren tener que improvisar otro instrumento que repercuta todo el coste sobre los presupuestos públicos y corra el riesgo de ser denunciado ante los tribunales.

Los jefes de estado o gobierno encargaron a Van Rompuy que entable, con ese único fin, 'consultas' con el resto de los líderes 'sobre una reforma limitada del Tratado'. Dicha reforma, según el texto acordado ayer, no podrá modificar el artículo 125 del Tratado que prohíbe el rescate puro y simple de un miembro de la Eurozona por sus socios.


NUEVO MECANISMO

Paralelamente, la Comisión Europea preparará el trabajo 'sobre las características generales del futuro nuevo mecanismo' en aspectos tales como el papel que se reservará en él al sector privado o al Fondo Monetario Internacional, o la 'fuerte condicionalidad' con la que el programa deberá operar.

El acuerdo prevé que el Consejo Europeo, sobre la base de los informes de Van Rompuy y de la CE, volverá a examinar la cuestión en su próxima sesión de diciembre, con vistas a tomar entonces una decisión final.

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