JUICIO

El acusado de secuestrar a 2 niños en Algete: 'Jamás he querido hacerles daño'

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photo_camera El acusado, en un momento del juicio.

Acusado de secuestrar a dos hermanos de 8 y 10 años de edad, José R.A. se enfrenta a una petición fiscal de 65 años de prisión por dos presuntos delitos de asesinato en grado de tentativa, dos delitos de detención ilegal y una violación.

Cuando las cámaras de televisión han tomado imágenes al comienzo del juicio, el acusado, que llevaba gafas, gorro y una braga, ha manifestado a los medios, mientras enseñaba las esposas: "Me habéis buscado la ruina".

Durante la sesión, la madre de los niños ha relatado que su hija le contó que un hombre tiró a su hermano a un pozo y a ella la llevó a una casa, que estaba "muy mal" y donde la violó.

Ha detallado que el agresor arrojó a los dos niños a otro pozo y les tiró piedras y troncos hasta que ellos se hicieron los muertos, y que la niña sufrió heridas en la espalda, la cabeza y el cuerpo porque cubrió a su hermano en todo momento.

Tras el rescate, cuando vio a los niños en el hospital, éstos presentaban "moratones", estaban "sin comer y sin beber", tenían "mucho miedo" y lo único que decían es que había un hombre que les había hecho daño y que les quería matar, ha apuntado.

En el hospital, los niños le contaron con detalle cómo era el coche del agresor y cómo era la persona que los había raptado, que tenía unos tatuajes en el cuerpo y a quien siempre aludieron como "el hombre malo".

La madre ha precisado que, a consecuencia de estos hechos, los niños han estado en tratamiento psicológico y que la niña tiene miedo de los hombres, como su profesor o su entrenador de deporte, mientras que el niño tiene actitudes violentas.

Agentes de la Guardia Civil que investigaron el suceso han explicado que inicialmente las pesquisas se centraron en determinar si el padre estaba relacionado con la desaparición de los menores y, con posterioridad, se dirigieron a José R.A. cuando la hijastra les dijo que el padrastro podía ser el autor de los hechos.

Los familiares sospecharon del procesado porque, después del suceso, estaba "muy nervioso" y tuvo la "reacción impropia" de marcharse de casa con la excusa de que había encontrado un trabajo, según los agentes del instituto armado.

La Guardia Civil corroboró que el acusado tenía un coche verde pequeño, como el que habían descrito los niños, constató que había intentado deshacerse del vehículo e intervino su teléfono móvil hasta que lo detuvo en Ciudad Real.

Cuando fue arrestado, José R.A. dijo a los agentes que estaba arrepentido de lo que había hecho, que estaba borracho en el momento del suceso, que tenía hijos de la misma edad y que si le metían en la cárcel se iba a suicidar.

La Guardia Civil comprobó que el detenido tenía diversos tatuajes en el cuerpo, como uno con la cara de un diablo, nombres, otro en forma de rosa y otro en forma de corazón, que la niña había descrito en el hospital.

La mujer del procesado manifestó a los agentes que a su marido siempre le habían gustado las niñas, que daba igual la edad que tuvieran, que se había llegado a fijar en bebés y que, por la calle, si se cruzaba con alguna menor, volvía la cabeza.

Varios guardias civiles han resaltado que el paraje donde fueron encontrados los dos menores, cerca de la urbanización Valderrey, en la carretera que une Algete con Fuente el Saz del Jarama, era de difícil acceso y han llegado a afirmar que la localización de los niños fue "un milagro".

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