Belloch cree que el trasvase a Barcelona es justo, pero avisa de que en cuanto pase la sequía 'se cerrará el grifo'

Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza.
El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, se mostró hoy convencido de que el trasvase del Ebro al área metropolitana de Barcelona es 'justo' en cuanto se trata de agua de boca y no para regadíos ni desarrollos urbanísticos 'catastróficos', aunque avisó de que en cuanto pase la sequía 'se cerrará el grifo'. Belloch se pronunció así a preguntas de los periodistas en un desayuno del Forum Nueva Economía, en el que aclaró en primer lugar que la polémica en torno al trasvase del Ebro es un 'conflicto político puro y duro'. A su entender, es 'políticamente justo' que se empleen 50 hectómetros cúbicos para abastecer de agua a una
'No tiene nada que ver dar agua de boca a seis millones de ciudadanos con potenciar, por ejemplo, un modelo de desarrollo urbanístico que consideramos catastrófico en el levante español, o para riegos', dijo Belloch, quien distinguió también la medida 'excepcional' aprobada por el Gobierno con un trasvase de 'carácter estructural' como el que contemplaba el Plan Hidrológico Nacional.

No obstante, tras enfatizar que Zaragoza siempre será una ciudad 'solidaria' con las necesidades de boca de 'cualquier ciudad', subrayó: 'El decreto se puede interpretar de muy diversas maneras, lo que es obvio es que obliga a que, superada la necesidad, necesariamente haya que cerrar el grifo'.

En este contexto, preguntado por la aplicación de los valores sobre el agua de la Expo 2008 a España, replicó: 'Es una pena que debates de ambito estrictamente local puedan empañar la función global de una exposición universal'. Indicó que ésta 'no pretende resolver los problemas agua de esa pequeña provincia a nivel mundial que es España'

'Los problemas internos de un determinado país no es el objetivo de una Expo universal. Sería equivocarse tratar de reconducirla al ámbito local', señaló Belloch, quien afirmó pretender que la Expo 'contribuya de manera estable' al uso racional del agua, convirtiendo Zaragoza en 'la sede natural de los debates sobre agua a escala mundial'.

Dicho esto, se distanció del defensor del pueblo de Aragón, Fernando García Vicente, que aconsejó al Gobierno autónomo presentar un recurso contra el trasvase a Barcelona. Reiteró que éste es un tema 'exclusivamente político' y que en 'situaciones mínimamente complejas' siempre caben interpretaciones jurídicas divergentes.

Preguntado por la aparente contradicción de los valores de la Expo con el proyecto Gran Scala, Belloch mostró sus dudas sobre el futuro del complejo lúdico en Los Monegros. 'Mientras no vea que los promotores han comprado el suelo, y tengan los avales, no me lo creo', dijo. Rechazó así 'hablar de algo que no tiene visos de ser real'.

LA CRISIS NO AFECTARA LA EXPO

El alcalde de Zaragoza, dijo 'no tener ninguna duda' de que la desaceleración económica mundial no afectará a la Expo y que Zaragoza 'mantendrá un elevado ritmo de crecimiento e inversión' a partir de septiembre de este año. 'Hay inversiones privadas en marcha de largo recorrido y sólida implantación', argumentó.

Para afrontar la crisis, Belloch citó algunas de las inversiones públicas previstas en Zaragoza, entre ellas la de la ribera del río Ebro, con el fin de que éste 'deje de ser el patio trasero de la ciudad para convertirse en su calle Mayor'. 'Nos estamos volcando en mimar y dar esplendor a sus tres ríos y al Canal Imperial', enfatizó.

Al respecto, Belloch insistió en que 'toda la Expo' está concebida para su utilización posterior y observó que sólo 70 millones de euros de los 2.500 que se invertirán son 'efímeros', es decir, están dirigidos al espectáculo. Así, destacó obras como el Pabellón de España, que espera que albergue el instituto contra el cambio climático.

El alcalde comparó además Zaragoza con Toulouse por lo que tienen en común en 'energía y dinamismo', y de tamaño 'medio' sin las desventajas de las grandes ciudades. Negó así aspirar a convertir la capital de Aragón en Madrid o Barcelona, sino a 'formar parte de ese doble y poderoso núcleo de atracción' que representa ambas ciudades.

Terminó su discurso con una invitación a los presentes a visitar este verano la Expo de Zaragoza, simulando un bando municipal, aunque con un desafortunado lapsus: 'De orden del señor alcalde vengan a Barcelona,... digo a Zaragoza'. 'A Barcelona también, pero a Zaragoza', trató de rectificar.

Al acto acudió el presidente del Congreso, José Bono, quien destacó la amistad que les une y mostró su admiración por un político 'autónomo' y 'humilde' a pesar de los altos cargos que ha ocupado a lo largo de su trayectoria política. Afirmó así que es de los políticos que dan su opinión aunque ésta 'incomode'.

También asistieron diputados y senadores de Aragón, así como el presidente de las Cortes de Aragón, Francisco Pina, y el alcalde de Huesca, Fernando Elboj, además del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor.

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