Una mujer y su actual compañero sentimental han sido condenados a once meses de cárcel por maltratar al hijo de la primera en un domicilio de San Sebastián cuando el pequeño, que sufrió importantes lesiones en varias partes del cuerpo, tenía dos años y nueve meses.
Según la sentencia del caso, a la que hoy ha tenido acceso Efe, los hechos ocurrieron la noche del 26 de julio de 2009, momento en el que los dos procesados 'golpearon de manera reiterada al menor, en diversas partes del cuerpo'.
El documento judicial precisa que a consecuencia de la paliza, el niño sufrió un hematoma en la cara, entre la región periocular izquierda hasta la mandíbula, otro en el tercio medio del muslo izquierdo, así como en ambos pies.
El pequeño presentaba también otros hematomas en las orejas, en el área 'periorbicular' izquierda, la escápula y el hombro derechos, el abdomen y el dorso de la muñeca derecha.
La sentencia otorga total credibilidad a la versión de los hechos que ofreció el padre del niño, que se encuentra divorciado de la madre, y quien explicó durante el juicio que descubrió los hechos un día después del episodio de maltrato, cuando acudió a la vivienda de su exmujer para recoger al niño y ésta le explicó que 'la noche anterior había sufrido un accidente en la bañera y habían tenido' que llevarlo a un centro hospitalario.
Posteriormente, 'al ir percatándose de las graves y abundantes lesiones que presentaba el menor le fueron surgiendo dudas', por lo que decidió acudir con el niño al servicio de urgencias para preguntar si la noche anterior habían atendido allí al pequeño.
Esta versión está corroborada por una trabajadora del servicio de urgencias de Pediatría del citado centro médico, que constató que el menor no había sido trasladado allí y se apercibió además de que una de las lesiones que presentaba el niño tenía la forma de una mano.
La sentencia condenatoria se apoya asimismo en el testimonio prestado durante la vista por el forense que examinó al pequeño, quien sostuvo que las lesiones que presentaba 'no eran compatibles con una caída'.
Asimismo, destaca la declaración de la psicóloga que entrevistó al pequeño, que da 'credibilidad' a las manifestaciones en las que el niño le confesó que su madre y el compañero sentimental de ésta 'le pegaban'.
Por todo ello, impone una condena de once meses a los dos procesados y les prohíbe acercarse y comunicarse con él durante dos años. Además, les obliga a indemnizar al niño con dos mil euros.
El documento judicial precisa que a consecuencia de la paliza, el niño sufrió un hematoma en la cara, entre la región periocular izquierda hasta la mandíbula, otro en el tercio medio del muslo izquierdo, así como en ambos pies.
El pequeño presentaba también otros hematomas en las orejas, en el área 'periorbicular' izquierda, la escápula y el hombro derechos, el abdomen y el dorso de la muñeca derecha.
La sentencia otorga total credibilidad a la versión de los hechos que ofreció el padre del niño, que se encuentra divorciado de la madre, y quien explicó durante el juicio que descubrió los hechos un día después del episodio de maltrato, cuando acudió a la vivienda de su exmujer para recoger al niño y ésta le explicó que 'la noche anterior había sufrido un accidente en la bañera y habían tenido' que llevarlo a un centro hospitalario.
Posteriormente, 'al ir percatándose de las graves y abundantes lesiones que presentaba el menor le fueron surgiendo dudas', por lo que decidió acudir con el niño al servicio de urgencias para preguntar si la noche anterior habían atendido allí al pequeño.
Esta versión está corroborada por una trabajadora del servicio de urgencias de Pediatría del citado centro médico, que constató que el menor no había sido trasladado allí y se apercibió además de que una de las lesiones que presentaba el niño tenía la forma de una mano.
La sentencia condenatoria se apoya asimismo en el testimonio prestado durante la vista por el forense que examinó al pequeño, quien sostuvo que las lesiones que presentaba 'no eran compatibles con una caída'.
Asimismo, destaca la declaración de la psicóloga que entrevistó al pequeño, que da 'credibilidad' a las manifestaciones en las que el niño le confesó que su madre y el compañero sentimental de ésta 'le pegaban'.
Por todo ello, impone una condena de once meses a los dos procesados y les prohíbe acercarse y comunicarse con él durante dos años. Además, les obliga a indemnizar al niño con dos mil euros.
