José Joaquín Martínez, español que estuvo cuatro años en el corredor de la muerte de una prisión de Florida, ha participado en Valencia en un acto de Amnistía Internacional contra la pena de muerte, en el que los participantes han enterrado simbólicamente esta condena.
El acto se ha desarrollado en el antiguo cauce del río Turia de Valencia, donde se ha colocado una tumba abierta en cuyo interior se podía leer 'pena de muerte', sobre la que los ciudadanos han tirado tierra.
José Joaquín Martínez ha expresado su emoción por el hecho de que se siga luchando contra la pena de muerte, que supuso que en 2008, según Amnistía Internacional, 2.390 personas fueran ejecutadas en 25 países y como mínimo se condenara a muerte a 8.864 personas más.
En su opinión, la pena de muerte 'no sirve para nada' ni es 'la solución' al problema del crimen, que seguirá existiendo a pesar de la pena capital, la cual 'sólo fomenta el odio y la venganza'.
Martínez, quien ha recordado que en estos momentos hay un español en el corredor de la muerte de una prisión estadounidense, Pablo Ibar, ha explicado que cada año que se pasa allí es 'una eternidad' y equivale a 'diez o quince años', y se ha mostrado convencido de que algún día se acabará con este tipo de condenas.
José Joaquín Martínez fue condenado a muerte en 1997 por un doble asesinato y estuvo en el corredor de la muerte de la prisión de Tampa (Florida) durante cuatro años, si bien las campañas y movilizaciones lograron que se revisara su caso y que un jurado popular le declarara no culpable, por lo que fue liberado hace nueve años.
Por su parte, Carmen Soto, de Amnistía Internacional, ha manifestado su esperanza de que se logre abolir la pena de muerte y que llegue el día en que ningún ser humano sea 'condenado a ningún tipo de ejecución'.
Además, ha instado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a que durante la presidencia española de la Unión Europea impulse una moratoria de las ejecuciones en todo el mundo en 2015, y se avance para que la pena de muerte quede abolida.
José Joaquín Martínez ha expresado su emoción por el hecho de que se siga luchando contra la pena de muerte, que supuso que en 2008, según Amnistía Internacional, 2.390 personas fueran ejecutadas en 25 países y como mínimo se condenara a muerte a 8.864 personas más.
En su opinión, la pena de muerte 'no sirve para nada' ni es 'la solución' al problema del crimen, que seguirá existiendo a pesar de la pena capital, la cual 'sólo fomenta el odio y la venganza'.
Martínez, quien ha recordado que en estos momentos hay un español en el corredor de la muerte de una prisión estadounidense, Pablo Ibar, ha explicado que cada año que se pasa allí es 'una eternidad' y equivale a 'diez o quince años', y se ha mostrado convencido de que algún día se acabará con este tipo de condenas.
José Joaquín Martínez fue condenado a muerte en 1997 por un doble asesinato y estuvo en el corredor de la muerte de la prisión de Tampa (Florida) durante cuatro años, si bien las campañas y movilizaciones lograron que se revisara su caso y que un jurado popular le declarara no culpable, por lo que fue liberado hace nueve años.
Por su parte, Carmen Soto, de Amnistía Internacional, ha manifestado su esperanza de que se logre abolir la pena de muerte y que llegue el día en que ningún ser humano sea 'condenado a ningún tipo de ejecución'.
Además, ha instado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a que durante la presidencia española de la Unión Europea impulse una moratoria de las ejecuciones en todo el mundo en 2015, y se avance para que la pena de muerte quede abolida.
