La exjugadora internacional de voleibol Ingrid Visser y su novio, Lodewijk Severin, fueron encontrados muertos en la madrugada de ayer en una zona de huerta de la pedanía murciana de Alquerías, donde fueron trasladados, al parecer, ya cadáveres desde una vivienda de Molina de Segura. La policía baraja desavenencias en los negocios como posible móvil del crimen.
A falta de que la autopsia confirme la identidad y la causa de sus muertes, la policía da por hecho que se trata de esta pareja de holandeses, que viajó a Murcia el 13 de mayo para acudir a una clínica de fertilidad y a los que se perdió el rastro un día después.
Desde hace quince días, todas las unidades de la Jefatura Superior de Policía de Murcia trabajan en la resolución de este caso, que continúa abierto y que llevó a la detención de cuatro personas, una de las cuales fue puesta en libertad horas después de su arresto.
La primera detención se produjo el pasado sábado en Valencia, un hombre de 36 años y nacionalidad española, y esta ayer fueron arrestadas otras dos personas de nacionalidad rumana, de 47 y 60 años como sospechosos del crimen. Estas últimas detenciones tuvieron lugar en el domicilio valenciano que ocupaban los dos arrestados.
En una comparecencia, el delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana, informó de que la policía encontró, en una vivienda del término municipal de Molina de Segura, indicios que apuntan a que los crímenes pudieran producirse allí. El testimonio de los detenidos llevó a la policía hasta una parcela de limoneros, donde alrededor de las diez de la noche del domingo fueron encontrados los cadáveres.
Joaquín Bascuñana informó de que la policía científica encontró restos semienterrados, a unos cincuenta centímetros de la superficie, y ya a mayor profundidad los cuerpos de un hombre y una mujer, 'con todos los indicios para suponer que son las dos personas desaparecidas'.
Sobre los sospechosos, el alcalde de Alquerías, Francisco Zamora, dijo que está convencido de que conocían la zona porque 'Entrar a esta zona de huertos es muy difícil, hay que atravesar un canal y para transportar los cuerpos por ahí hacen falta tres o cuatro personas', aseguró antes de explicar que debieron elegir ese huerto porque 'era el más fácil de cavar'.
Desde hace quince días, todas las unidades de la Jefatura Superior de Policía de Murcia trabajan en la resolución de este caso, que continúa abierto y que llevó a la detención de cuatro personas, una de las cuales fue puesta en libertad horas después de su arresto.
La primera detención se produjo el pasado sábado en Valencia, un hombre de 36 años y nacionalidad española, y esta ayer fueron arrestadas otras dos personas de nacionalidad rumana, de 47 y 60 años como sospechosos del crimen. Estas últimas detenciones tuvieron lugar en el domicilio valenciano que ocupaban los dos arrestados.
En una comparecencia, el delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana, informó de que la policía encontró, en una vivienda del término municipal de Molina de Segura, indicios que apuntan a que los crímenes pudieran producirse allí. El testimonio de los detenidos llevó a la policía hasta una parcela de limoneros, donde alrededor de las diez de la noche del domingo fueron encontrados los cadáveres.
Joaquín Bascuñana informó de que la policía científica encontró restos semienterrados, a unos cincuenta centímetros de la superficie, y ya a mayor profundidad los cuerpos de un hombre y una mujer, 'con todos los indicios para suponer que son las dos personas desaparecidas'.
Sobre los sospechosos, el alcalde de Alquerías, Francisco Zamora, dijo que está convencido de que conocían la zona porque 'Entrar a esta zona de huertos es muy difícil, hay que atravesar un canal y para transportar los cuerpos por ahí hacen falta tres o cuatro personas', aseguró antes de explicar que debieron elegir ese huerto porque 'era el más fácil de cavar'.
