Plantea la creación de un órgano común entre Euskadi y Navarra que tendrá 'las atribuciones ejecutivas y legislativas' que se consensúen

Ibarretxe propone a Zapatero un acuerdo que reconozca la identidad nacional vasca y respete su derecho a decidir

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, imagen de archivo.
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, plantea en su propuesta al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, alcanzar un acuerdo que reconozca 'la identidad nacional vasca' y plasme que el Estado respetará 'las decisiones que, sobre el futuro, adopte libre y democráticamente'. Además, pide la creación de un órgano común entre Euskadi y Navarra que tendrá 'las atribuciones ejecutivas y legislativas' que se consensúen.
Estas iniciativas se enmarcan dentro del tercer apartado de la propuesta del lehendakari, titulado 'Bases para el acuerdo de normalización política', que recoge cinco puntos que, según explicó ayer Ibarretxe, son los que el PSE-EE estaba dispuesto a firmar en las conversaciones de Loiola, desarrolladas entre el PNV, los socialistas y Batasuna.

El documento, hecho público hoy por el Ejecutivo autonómico, lleva el título de 'Propuesta abierta de Pacto Político para la Convivencia refrendado entre el presidente del Gobierno Español y el lehendakari del Gobierno vasco', y reclama, en sus apartados primero y segundo, que Zapatero se comprometa con 'un final dialogado de la violencia', si se dan las condiciones adecuadas y garantice el derecho de decidir el futuro de los vascos.

En el tercero, recoge 'las cinco bases para el acuerdo de normalización política' que, en opinión del lehendakari, el presidente del Gobierno debería firmar, ya que el PSE-EE estuvo dispuesto a hacerlo en las negociaciones de Loiola.

De esta forma, afirma que el texto consensuado entre él y Rodríguez Zapatero debe 'reconocer la identidad nacional del pueblo vasco' y contemplar 'el sentimiento de pertenencia a una nación ampliamente compartido en la sociedad vasca'.

'Reconociendo que los partidos mantenemos diferencias sustanciales en torno a la presente y futura configuración del pueblo vasco, aceptamos que existe una realidad conformada por vínculos sociales, lingüísticos, históricos, económicos y culturales, llamada Euskal Herria', señala en referencia a Euskadi, Navarra y el País Vasco-francés.

Además, insta a Zapatero a que se comprometa a 'defender que las decisiones que sobre su futuro político adopte libre y democráticamente la ciudadanía vasca -en ausencia de violencia y respetando los procedimientos legales- serán respetadas por las instituciones del Estado'.

El lehendakari pide que se garantice que 'todos los proyectos políticos pueden ser, no sólo defendidos en condiciones de igualdad de oportunidades y ausencia de toda forma de coacción o injerencia, sino que puedan ser materializados si ése es el deseo mayoritario de la ciudadanía vasca'.

En este sentido, apunta que estos 'procedimientos legales se refieren a los vigentes en cada momento, pudiendo ser modificados en el futuro, para que no sean una limitación a la voluntad popular'. 'En el futuro ordenamiento jurídico se definirán y garantizarán, de forma acordada, los derechos que pudieran derivarse de la condición nacional del pueblo vasco', añade.

Sobre el euskera, asegura que debe ser 'reconocido legalmente y utilizado como lengua oficial, al igual que el castellano' en Euskadi y Navarra.

EUSKADI Y NAVARRA


El lehendakari plantea que, 'partiendo de la actual realidad jurídico-política plasmada en la existencia de dos ámbitos institucionales diferenciados', la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral Navarra, se promueva la creación de un órgano institucional común, que tendría 'las atribuciones ejecutivas y de propuesta legislativa en el marco competencial que se acuerde, de conformidad con el ordenamiento jurídico'.

'Estas atribuciones serán objeto de negociación durante el transcurso del proceso de diálogo multipartito', dice en referencia a una etapa posterior a la del acuerdo con Zapatero que Ibarretxe piensa promover.

Además, afirma que las competencias que tenga deberán 'contar con la adhesión y el respeto de la voluntad democrática de la ciudadanía en cada ámbito competencial'. 'El modelo institucional resultante podrá modificarse en un futuro respetando la voluntad popular y en el marco de los procedimientos legales', asevera.

EUROREGION


El lehendakari también pretende que el presidente del Gobierno se comprometa a promover 'la creación de una euro-región vasca, u otras estructuras institucionales que la evolución del Tratado de la Unión Europea vaya posibilitando'.

También se marca como objetivo que se alcancen 'acuerdos y políticas transfronterizas para abordar y financiar, en su caso, políticas comunes y favorecer iniciativas sociales en los ámbitos económico, cultural y medioambiental'.

El documento destaca que 'los acuerdos que se alcancen, fruto del diálogo político, se trasladarán a las instituciones competentes para su desarrollo e incorporación al ordenamiento jurídico'.

'En última instancia, tras los procesos de negociación, pacto y tramitación en las instituciones competentes, los acuerdos serán sometidos a la decisión de la ciudadanía a través de referéndum', señala.

El lehendakari plantea su propuesta desde su 'responsabilidad para impulsar un proceso democrático que permita abrir un escenario de solución al problema de la violencia, por un lado, y por otro lado, abordar una respuesta al conflicto de normalización política existente', que pretende que sea compartido por el máximo representante del Ejecutivo socialista.

ETA


En este sentido, en un primer apartado plantea 'un compromiso ético para el final definitivo de la violencia', con el que pretende que José Luis Rodríguez Zapatero se comprometa 'con un final dialogado de la violencia, si se producen las condiciones adecuadas, fundamentadas en una clara voluntad por parte de ETA de poner fin a la misma y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción'.

Asimismo, propone que apoye 'los procesos de diálogo con quienes decidan abandonar la violencia, respetando, en todo momento, el principio democrático irrenunciable de que las cuestiones políticas deben resolverse únicamente a través de los representantes legítimos de la voluntad popular'.

Respecto al segundo punto, en el que subraya el 'compromiso democrático para la normalización política', Ibarretxe plantea que se garantice 'que la sociedad vasca pueda ejercer el derecho a decidir libremente su propio futuro'.

DIALOGO SIN EXCLUSIONES


'En consecuencia, expresamos nuestra voluntad de impulsar y apoyar un proceso de negociación política entre todos los partidos vascos, sin exclusiones, con el objetivo de alcanzar un Acuerdo democrático de normalización política', indica.

Asimismo, manifiesta que el acuerdo deberá ser ratificado posteriormente por la sociedad vasca en referéndum e incorporado en el ordenamiento jurídico vigente.

El texto también recoge en su cuarto apartado 'el compromiso de legitimación y materialización democrática del pacto político', en el que se señala que el desarrollo del pacto político 'requerirá su aprobación por parte del Parlamento vasco y su refrendo, 'para su máxima legitimación democrática, en una consulta popular a la ciudadanía vasca', que Zapatero e Ibarretxe deberían convocar conjuntamente para el próximo 25 de octubre.

'Esta consulta servirá para ratificar por parte de la sociedad vasca el compromiso ético con el final definitivo de la violencia, y el compromiso democrático con la puesta en marcha de un proceso de negociación política entre todos los partidos vascos, sin exclusiones, para desarrollar el contenido político de este pacto y alcanzar un acuerdo democrático para la normalización, que deberá ser sometido a referéndum en la sociedad vasca, antes de que finalice el año 2010', concluye.

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