El juicio por el Bio-Bac arranca 17 años después de comercializarse

El juicio que ha comenzado hoy por la fabricación y venta del Bio-Bac, un medicamento que se vendió sin autorización administrativa a pacientes de cáncer y sida, ha comenzado hoy en Madrid diecisiete años después del inicio de su venta en 1997

La suspensión de la venta por falta de seguridad de este producto milagro, que llegó a ser consumido por casi dos mil personas, provocó la reacción de muchos de los enfermos que lo tomaban al considerar que les beneficiaba y que protagonizaron diversos encierros para que se autorizara su venta.

El principal imputado es Rafael Chacón -hijo del farmacéutico creador del producto, Fernando Chacón, fallecido en 2004 a los 87 años-, que está acusado por elaborar y vender al público el producto sin autorización administrativa, eludiendo los controles sanitarios y generando peligro para los enfermos que lo consumieron.

Chacón trabajó en la elaboración del producto desde 1994 y desde 1997 se vendía al público, eludiendo los controles sanitarios.

Según el Ministerio de Sanidad, unas 2.030 personas consumieron Bio-Bac en toda España, aquejadas de graves enfermedades como cáncer, sida, hepatitis y enfermedades degenerativas.

Los hechos de la causa se remontan a abril del 2000, cuando la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Consumo inició actuaciones contra el Bio-Bac, un producto milagro que se vendía a través de Internet (www.bio-bac.com).

El producto se publicitaba como un tratamiento alternativo para enfermedades oncológicas, degenerativas, inmunológicas y virales.

El proceso se inició con una denuncia presentada por la Unión de Consumidores de España-UCE, a raíz de un anuncio publicado el 16 de abril de 2000 en un diario nacional.

Bio-Bac era, según la publicidad, "un producto biológico y natural que se obtiene de cepas de bacilos no patógenos, cultivados en fermentadores con medios naturales".

Y su uso estaba indicado "para la terapia alternativa de: sida, cáncer, hepatitis, osteoartritis, enfermedad de Hodking y colitis ulcerosa".

Dos años después, en octubre de 2002, la Guardia Civil desmanteló una red dedicada a la fabricación y venta ilícita de este producto, en una operación que se saldó con 23 personas detenidas, 13 de ellas médicos.

El farmacéutico Fernando Chacón, creador del polémico Bio-Bac, así como su hijo Rafael Chacón, figuraban entre los imputados.

En el marco de la llamada operación "Brujo", que fue autorizada por la juez del Juzgado número 2 de San Lorenzo del Escorial, se requisaron 60.000 botes del producto de los laboratorios de Rafael Chacón, hijo del creador de esta fórmula.

Posteriormente, el Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid se inhibió sin éxito en favor de la Audiencia Nacional, tras la denuncia de un particular contra el médico Fermín Moriano que había prescrito Bio-Bac e Inmunobiol a su mujer, enferma de cáncer.

El 10 de enero de 2003, el Ministerio de Sanidad aseguró que los análisis practicados sobre el Bio-Bac habían demostrado que su composición varía de unos envases a otros y que el producto "carece de eficacia terapéutica" y "no es seguro ni eficaz".

En julio de ese mismo año, un grupo de pacientes que reclamaba la autorización del Bio-Bac, se reunió con el subsecretario del Ministerio de Sanidad, Pablo Vázquez, para solicitar de nuevo que se permitan realizar ensayos clínicos previos a su comercialización.

Y en noviembre, un centenar de personas afectadas de cáncer o familiares de afectados por esta enfermedad se concentraron ante el Juzgado de El Escorial para recordar que habían fallecido "26 enfermos" desde que se prohibió comercializar el Bio-Bac. Además, protagonizaron diversos encierros.

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