El PSC avaló ayer el pacto entre el PP y el PSOE para reformar la Constitución española en una intensa ejecutiva en la que se escucharon críticas de diversos dirigentes por cómo se ha llevado este proceso y por que no se someta el texto a referéndum. Fuentes de los asistentes opinaron que la ejecutiva de los socialistas aceptó votar a favor de la reforma de la carta magna en un clima de 'impotencia' y de 'cierto malestar' por encontrarse un texto ya cerrado y a la vez por no tener margen para desmarcarse de él.
Estas fuentes aseguraron que el exalcalde de Barcelona Jordi Hereu tomó la palabra para lamentar que no se haya explicado directamente a los ciudadanos que la reforma era un imperativo europeo y que era necesaria como mal menor. La ministra de Defensa, Carme Chacón, expresó sus 'dudas' por el procedimiento seguido para reformar la Constitución, y diputados del Parlament como Jaume Collboni, Laia Bonet o Montserrat Tura, así como representantes de las juventudes del partido, se pronunciaron a favor de celebrar un referéndum entre la ciudadanía.
También se pidió a algunos dirigentes explicaciones sobre si conocían la intención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de reformar la Constitución, pero éstos precisaron que desconocían las intenciones del jefe del ejecutivo.
Otras fuentes subrayaron que el acuerdo no supone un 'cheque en blanco' para que el PP y PSOE redacten a su antojo la ley orgánica en la cual se fijará el límite de déficit público.
También se pidió a algunos dirigentes explicaciones sobre si conocían la intención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de reformar la Constitución, pero éstos precisaron que desconocían las intenciones del jefe del ejecutivo.
Otras fuentes subrayaron que el acuerdo no supone un 'cheque en blanco' para que el PP y PSOE redacten a su antojo la ley orgánica en la cual se fijará el límite de déficit público.
