Francisco Ibáñez, uno de los mejores creadores españoles de historietas o cómics, "padre" de personajes tan populares y queridos como Mortadelo y Filemón, ha fallecido a los 87 años.
Así lo anunciado en su cuenta de Twitter Penguin España, que transmite con enorme tristeza desde Penguin Random House Grupo Editorial que esta mañana ha fallecido en Barcelona el gran dibujante e historietista.
Y es que la muerte del dibujante e historietista Francisco Ibáñez a los 87 años ha generado este sábado un cúmulo de reacciones del mundo de la cultura, y en especial de los dibujantes, para lamentar la pérdida de todo un referente del mundo del cómic en España.
El dibujante Albert Monteys ha explicado que Ibáñez fue un creador “muy generoso e incombustible”, capaz de seguir trabajando “hasta el final a sus 87 años. Monteys, que fue director de El Jueves, ha remarcado que para la mayoría de los lectores y dibujantes de cómics y tebeos en España, Ibáñez “es el primer autor reconocible”, gracias a su gran entrega y a la genialidad que desplegaba en los personajes que creó durante décadas.
“Yo, como la mayoría, me he leído y releído `Valor y al toro” o `El sulfato atómico`. Se podían disfrutar de ellos cada vez que los abrías de nuevo. Había chistes en cada rincón de cada viñeta”, rememora el dibujante sobre la abigarrada pero a la vez imparable estructura humorística de sus viñetas, que siempre funcionaban. Para quienes nos dedicamos a esto y sabemos el esfuerzo que requiere cada página, ver a Ibáñez seguir trabajando hasta los 87 años, nos deja con la boca abierta. Ha sido incombustible, ha muerto haciendo tebeos”, ha alabado Monteys.
José Luis Martín, uno de los cofundadores de El Jueves, ha mostrado su consternación por la muerte del historietista barcelonés, del que ha dicho que “fue el padre creativo de muchos de los dibujantes” que pasaron por la revista satírica. Para Martín, que compartió numerosas comidas con el veterano dibujante, cuando en los años ochenta éste trabajaba para la editorial Bruguera y se pasaba casi cada miércoles por la redacción de El Jueves, la figura y el inabarcable trabajo de Ibáñez fueron la causa de muchas vocaciones entre los profesionales de las viñetas. “Dibujantes de varias generaciones quisieron dedicarse a esto porque crecieron, porque crecimos, leyendo sus historietas”, ha apuntado, en declaraciones a EFE, el creador de “Quico el progre”.
Aunque se ha producido a los 87 años, a Laureano Domínguez, editor de Astiberri, la muerte de Ibáñez le ha pillado por sorpresa: “Siempre lo había visto más fuerte que la pera, y pensaba que nos iba a enterrar a todos”, ha dicho con un toque muy próximo al humor que se gastaba el padre de Mortadelo. Domínguez, que trabajó con Ibáñez en Ediciones B, donde volvieron a impulsar con mucho éxito la venta de sus álbumes en mercados tan complicados como el escandinavo (Dinamarca, Suecia o Finlandia), apunta a lo personal cuando se le pregunta qué destacaría del dibujante barcelonés, que marcó a tantas generaciones de españoles. “Era una persona increíble, de trato muy agradable y generoso con todos las personas que tenía cerca. Un genio que no se lo tenía nada nada creído”, rememora el editor a Efe.
Por su parte, el historietista Carlos Azagra ha comentado en su cuenta de Twitter que compañeros de profesión le estaban preparando un homenaje. “Ya es putada que te hayas ido justo cuando te estábamos preparando un homenaje en la biblioteca (Gabriel) García Márquez del barrio, junto a Javier Pérez Andújar, nos has dejado un poco más huérfanos. ¡Ahora sí que vas a descansar de verdad! Que la tierra te sea leve”, le ha dicho.
